Al parecer, el cigarrillo electrónico no es tan eficaz como se pensaba para dejar de fumar, concluye un estudio llevado a cabo en Estados Unidos, según el cual los encuestados no abandonaron más que otros fumadores el hábito de comprar tabaco.
Este resultado confirma anteriores trabajos según los cuales este tipo de cigarrillos, no regulado por las autoridades estadounidenses, no presenta ventajas particulares para dejar de fumar, contrario a lo que afirman sus fabricantes, subrayaron los autores en el Journal of the American Medical Association (JAMA) Pediatrics.
Para su estudio, investigaron a cerca de 949 fumadores en California (oeste) de los cuales 13,5% había dejado de fumar en el transcurso del año.
Sin embargo, “no fueron más numerosos en haber dejado de fumar sino que incluso fueron menos” los usuarios de cigarrillos electrónicos, que producen vapores aromatizados con o sin nicotina, indicaron los autores del estudio de la universidad de California en San Francisco.
El hecho de que sólo 88 participantes usaran cigarrillos electrónicos, de los cuales sólo 9 (10,2%) dejaron de fumar, podría volver difícil identificar una tendencia, reconocieron.
“Pero nuestros datos respaldan no obstante otros estudios según los cuales el cigarrillo electrónico no incrementaría la tasa de fumadores que dejan el cigarrillo”, estimaron los investigadores.
Según ellos, “la reglamentación debería prohibir la publicidad que afirma o deja entender que el cigarrillo electrónico es eficaz para dejar de fumar mientras esto no haya sido demostrado científicamente”.
“Lamentablemente, las pruebas sobre la eficacia de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar son contradictorias y no concluyentes. Este estudio refuerza las indicaciones según las cuales no están vinculadas a tasas más elevadas de fumadores que dejan el hábito”, escribió el doctor Mitchell Katz, redactor en jefe adjunto del JAMA Internal Medicine.