Los partidarios de las nuevas autoridades ucranianas se manifestarán este domingo por la unidad de Ucrania y en contra de los deseos separatistas en el este del país, tras la incorporación de la península de Crimea a Rusia, donde las últimas bases militares ucranianas cayeron en manos rusas.
En una “Llamada al pueblo ucraniano” publicada en Facebook, el primer ministro de Crimea, Serguei Axionov, instó a los ucranianos a reflexionar sobre el camino emprendido por Crimea, que “tras la incorporación a nuestra gran patria, Rusia, ya no se arriesga a probar los ‘encantos’ de la famosa ‘elección europea’”.
El primer ministro crimeo advirtió de que la firma de los capítulos económicos del acuerdo de asociación con la Unión Europea comportaría graves consecuencias en el nivel de vida de los ucranianos.
“No tengo el derecho de pediros que os separéis de Ucrania”, indicó Axionov. “Pero os instaría a defender vuestro derecho a una vida digna [...] Os llamo a oponeros a la elección hecha sin contar con vosotros por un puñado de aventureros políticos financiados por los oligarcas”, añadió.
El primer ministro crimeo se mostró convencido de que la defensa de los derechos e intereses de Ucrania pasa “por una estrecha alianza política, económica y cultural con Rusia”.
Estas declaraciones podrían obtener respuesta en el este de Ucrania, donde unas 4.000 personas se manifestaron el sábado en Donetsk con banderas rusas para pedir la vuelta del presidente prorruso destituido, Viktor Yanukovich.
Dueños de la situación
También el sábado, soldados rusos tomaron el control de otra base ucraniana en Crimea, una muestra de la determinación de Moscú ante las sanciones occidentales.
La toma de la base coincidió con la visita a Kiev del jefe de la diplomacia alemana, Frank Walter Steinmeier, que acusó a Rusia, un importante socio económico de Berlín, de querer “dividir Europa”.
Su homólogo ruso, Serguei Lavrov, se reunirá con el secretario de Estado, John Kerry, a principios de la próxima semana en La Haya, donde se celebra una cumbre sobre seguridad nuclear.
Estados Unidos podría convocar entonces una reunión del G7, que podría abordar una posible expulsión de Rusia del grupo de países más industrializados del planeta.
En Crimea, las fuerzas rusas controlan la situación.
En Belbek, cerca de Sebatopol, tropas de élite rusas y milicias prorrusas tomaron el control de una base aérea, tras apuntar con sus armas a los soldados ucranianos, y obligaron a una periodista de la AFP a entregarles las tarjetas de memoria con las imágenes del asalto.
El ministerio ucraniano de Defensa indicó que los soldados ucranianos abandonaron finalmente la base e informó que un periodista y un militar ucraniano resultaron heridos.
En otra base aérea en Novofedorivka, en el oeste de la península, la invasión la protagonizaron unos 200 hombres desarmados que gritaban “¡Rusia, Rusia!” y lograron izar la bandera rusa en el complejo militar ucraniano.
En los últimos días, otras bases y navíos ucranianos, así como el único submarino de este país en Crimea corrieron la misma suerte.
Las fuerzas ucranianas han mantenido una actitud de resistencia pasiva durante estas acciones rusas en la península, cuyos habitantes aprobaron por una amplia mayoría el pasado domingo su anexión a Rusia.