En días en que el Ejecutivo pide al Congreso aprobar el veto presidencial a la ley que prohíbe el timerosal en las vacunas, resulta interesante conocer el caso de una comunidad religiosa ortodoxa que se opone a gran parte del avance científico del ser humano: el “círculo bíblico holandés”.
Conocidos así por la zona en que se emplazan -desde el suroeste de Holanda hasta IJsselmeer al noroeste del país-, más de medio millón de cristianos viven al pie de la letra las doctrinas de la Biblia dejadas por el reformista Juan Calvino.
La ciudad de Staphorst es considerada la capital de la religión cristiano ortodoxa de Holanda. Allí viven los adeptos a la teología protestante, lugar donde no se permite la blasfemia -aunque sin pena- y las mujeres tienen prohibido usar pantalones, según estableció por decreto el municipio, liderado por el Partido de la Reforma.
Con 16 mil habitantes, la ciudad es considerada la más conservadora de los Países Bajos, alejada de los barrios rojos y de ventas de marihuana, como ocurre en Amsterdam.
El día más importante en Staphorst son los domingo, jornada en la que la locomoción no funciona y los negocios se cierran por completo. Eso permite que los cinco templos de la ciudad reciban a sus habitantes en masa, quienes llegan en bicicleta y a pie, con mujeres que cubren su pelo y cuerpo, con vestimentas tradicionales que les han valido el apodo de “medias negras”.
Si bien la ciudad vive en paz y en armonía con todos los residentes, incluso con ateos (los menos), cada cierto tiempo se ven enfrentados con el Instituto Nacional de la Salud Pública (RIVM) de Holanda por una controvertidad decisión: no usar vacunas.
Según explica Arie Speksnijder, miembro del Concejo Municipal de Staphorst y militante del Partido de la Reforma, los inoculantes se ven como elementos interventores de la voluntad de Dios.
“Algunos de nosotros pensamos que las vacunas y los seguros, son en general incorrectos, porque atentan contra la perfección divina. En la Biblia aprendemos que el Señor todo lo dirige y sabe lo que nos hace bien. Algunos miembros creen que no es correcto prepararse para los improvistos de la vida”, afirmó Speksnijder a Deutsche Welle.
El caso les ha significado que por décadas niños se encuentren afectados de Poliomelitis, además de epidemias de Sarampión. El más reciente en 2013, cuando un brote afectó a más de 1.000 personas en todo el “cinturón bíblico”.
En aquella oportunidad, la agencia Efe informaba que la cifra era mucho mayor, ya que las familias evitaban acudir a médicos ante afecciones.
A pesar de ello, se ha reconocido que si en 1970, la mitad rechazaba vacunarse, hoy ese pensamiento es compartido por cerca del 20%. De hecho la Internet también tiene presencia, aunque mucho menor que la televisión, prácticamente desterrada de los hogares que prefieren leer diariamente y en familia las “sagradas escrituras”.