No cabe duda que el uso del computador trae más beneficios que consecuencias; pero mirarlo muy de cerca podría provocar dolor o enrojecimiento de tus ojos, y no es precisamente por que padezcas de conjuntivitis.
Esa es la premisa de una curiosa y grave afección conocida como Síndrome de Visión Informática o simplemente S.V.I. Una extraña enfermedad ocasionada por la abusiva exposición a las pantallas luminosas cuyos síntomas abarcan desde la visión borrosa hasta el dolor de cuello.
Según indica el portal BBC, “el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral en Estados Unidos advierten que cerca del 90% de las personas que usan computadoras durante tres o más horas pueden desarrollar este síndrome”.
El español y experto en optometría, Enrique Orellana, explicó que cuando leemos o utilizamos una pantalla de computador nuestro cristalino trabaja con mayor fuerza y “se comprime convirtiéndose en una bola más convexa”.
La irritación, en tanto, es provocada por la disminución casi a modo de reflejo de nuestros pestañeos, por lo que el globo ocular pierde humedad, causando el ardor característico.
Entonces ¿qué podemos hacer para evitar esta molesta enfermedad? La BBC señala que es fundamental “reducir la altura en la que se encuentra nuestro monitor”. Esto se explica debido a que no es natural para nuestros ojos mirar durante un largo periodo por sobre la mitad del campo visual.
Otra medida esencial es que nuestro dormitorio o sitio de trabajo cuente con las condiciones de luz adecuadas sin producirse alteraciones. Por otro lado, un descanso cada 20 minutos tampoco vendría mal, aseguran los expertos.
Pero cuidado, el S.V.I no solo afecta a personas que trabajen frente a un notebook o un computador. Otra enfermedades o incluso la edad pueden incidir en los síntomas descritos anteriormente.
Esto se justifica, ya que a mayor edad el ojo necesita de un mayor esfuerzo para enfocar los objetos o el texto. Lejos de lo que se pueda pensar, aunque los ojos de los niños tienen músculos más tiernos, estos tienen más capacidad para adaptarse mejor a las condiciones de mirar una pantalla más cerca de lo habitual.