El pintor colombiano Fernando Botero, cuyas pinturas y esculturas de mujeres corpulentas le han otorgado el reconocimiento como uno de los artistas vivos más famosos de América Latina, dijo en una entrevista no estar “obsesionado con las mujeres gordas”.
El artista de 81 años de edad, afirmó en una entrevista publicada este domingo, que las mujeres a las que pinta no son gordas, sino que prefiere llamarlas “volumétricas”.
“No pinto gordas. Nadie me cree, pero es cierto. Yo lo que pinto son volúmenes. Cuando pinto una naturaleza muerta también la pinto con volumen, si pinto un animal es volumétrico, si pinto un paisaje, igual”, afirmó el colombiano al diario español El Mundo.
“Me interesa el volumen, la sensualidad de la forma. Si pinto una mujer, un hombre, un perro o un caballo, lo hago siempre con esa idea del volumen, pero no es que yo tenga una obsesión con las mujeres gordas”, agregó.
“El arte precolombino, por ejemplo, es deforme y es bello. Y al revés: si uno coge una modelo y la pinta tal como es resulta un horror de banalidad, de superficialidad, de estupidez”, sostiene.
Al preguntarle si le gustan sólo las “mujeres gordas”, Botero responde: “No, no, para nada. Yo he tenido tres mujeres, las tres flacas”.
Botero cuenta incluso que su esposa, la artista griega Sophia Vari, mide 1,75 metros y pesa 55 kilos”.
En la entrevista Botero habló también sobre un episodio reciente, en el que se salvó de un incendio que se desató en su casa de verano en la provincia de Antoquia, en el noroeste de Colombia.
“Me desperté y logramos salir, en la oscuridad, sin luz, con todo lleno de humo y casi asfixiados pero lo logramos. Fue tremendo, la casa se quemó en un 80%. Estoy vivo de milagro”, dijo