Pequeños campesinos de la provincia de Bío Bío dieron cuenta de las nefastas consecuencias que han sufrido sus siembras a causa del déficit hídrico. Mientras, el gobierno entrante ya se reunió para analizar medidas paliativas para dicho fenómeno.
Mirta Avello tiene una parcela camino a Nacimiento, donde con esfuerzo levantó una pequeña lechería, negocio que, explicó, ha disminuido su producción por la falta de alimento para los animales, lo que a su vez influye en una menor calidad del lácteo.
Por su parte, Felisa Muñoz, vecina de la Hijuela San Juan del sector Cerro Colorado señaló que pese a que pagan por los derechos de agua para regar sus cultivos, no existe presión en los canales.
En tanto José Cabezas, quien habita en Santa Fe, sostuvo que a falta de agua se secaron las cosechas de porotos y la producción de hortalizas también disminuyó, por lo que dependen de sistemas de abastecimiento artificial para poder subsistir.
Mientras, María Ester Ulloa de la localidad de Pedregal sostuvo que este problema se traspasa del campo a la ciudad, puesto que todos sufren los efectos de la falta de riego, porque se altera el ciclo productivo y de vida de los alimentos y animales.
En este contexto, el Intendente del Bío Bío, Rodrigo Díaz, indicó que está recabando antecedentes sobre el fenómeno, aunque según el primer reporte de los profesionales del área, la situación de sequía no sería tan grave como para decretar emergencia agrícola.
Recordemos que dirigentes agrícolas de la zona indicaron que están puestas sus expectativas en las medidas que el gobierno entrante pueda implementar para paliar el evidente déficit hídrico en la región del Bío Bío.