En lo que probablemente sea una de las noticias animales más extrañas redactadas por este periodista (luego de la ciudad aterrada por chihuahuas salvajes), un gato tomó de rehenes a una familia y su perro, obligando a la policía a intervenir en la escena para liberarlos.

El hecho ocurrió el domingo por la tarde en la ciudad estadounidense de Portland, en Oregon, donde un gato de 10 kilos de nombre “Lux” arañó en la cara al hijo de 7 meses de Lee Palmer y Teresa Barker, causándole heridas menores.

Palmer intervino dándole una patada al felino, lo que lejos de amedrentarlo sólo aumentó su agresividad, provocando que la familia junto a otra de sus mascotas, un perro, tuvieran que parapetarse en uno de los dormitorios.

“Cada vez que abríamos la puerta del dormitorio el gato nos gruñía”, afirmó Barker a la cadena KOIN. Desesperados, el matrimonio llamó al número de emergencias 911 para pedir asistencia a la policía.

“¡El gato se volvió loco! Está tratando de atacarnos. Es muy muy muy muy agresivo”, fue el relato de Palmer a la operadora, según consta en el registro de llamadas del servicio de emergencias, donde también se puede escuchar al gato bufando y gruñendo.

La operadora tuvo que consultar primero con la policía si era factible enviar una patrulla en el caso de un gato enojado, tras lo cual se envió al sargento Pete Simpson para lidiar con el problema.

Según indicaron las autoridades, bastó que se presentaran en el bloque de departamentos, ubicado en el 900 de Northwest Naito Parkway, para que el furioso felino huyera hacia la cocina, donde se parapetó sobre el refrigerador. Posteriormente fue capturado por los agentes de seguridad y puesto en una jaula para mascotas.

Ante el extraño caso, la policía de Portland emitió un comunicado donde detalló los hechos.

“La operadora del 911 se quedó al teléfono con la familia, quienes permanecieron junto a su perro en la habitación por su propia seguridad. (Cuando arribamos) el gato intentó huir de la escena. Tras capturarlo el felino fue dejado bajo la custodia de la familia, tras lo cual los oficiales de policía continuaron su labor de combatir el crimen en otros lugares”, recoge la cadena Fox 43.

El matrimonio indicó que Lux siempre había sido agresivo, pero que nunca había llegado a esos extremos. Tras algunos días reflexionando, decidieron que no se desharán del gato, sino que lo someterán a terapia psicológica para ayudarlo a superar sus ataques de ira.

En tanto un equipo de la cadena Fox que intentó verificar la situación el lunes, encontró todo normal en el hogar, con Lux escondido bajo una sábana.

Relación entre Mascotas y Bebés

Pese a la creencia popular, casos de agresividad como el anterior son raros en la relación entre mascotas y niños; muchas veces gatillados por malos tratos dados a la mascota en el pasado.

Tal como detalla la revista española Ser Padres, la relación entre un gato o perro y un bebé puede transcurrir sin ningún inconveniente mientras se tomen las medidas adecuadas para que ambos aprendan a convivir sin poner en riesgo la integridad del otro.

“La llegada de un bebé a casa no significa que tengamos que olvidarnos de nuestra mascota. Nuestro perro o gato puede ser un buen amigo del niño, si aprende a respetar al animal y está cuidado“, indica la publicación.

http://youtu.be/jK38Rdbu74A