La crisis en Ucrania no debe oponer a Estados Unidos y Rusia, dijo el martes el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aunque Washington haya apoyado a la oposición pro-europea y Moscú al régimen de Kiev.
“No es un juego de suma cero, del Oeste contra el Este, éste no debería ser el caso, no se trata de Rusia o Estados Unidos o de otras opciones, se trata del pueblo de Ucrania y la opción de futuro de los ucranianos”, dijo Kerry en una conferencia conjunta con su homólogo británico, William Hague.
El jefe de la diplomacia estadounidense prometió que su gobierno “quiere trabajar con Rusia, con otros países, con todas los que están disponibles para asegurar que (la situación) no se desplome después de este día”.
También denunció la “violencia terrible en la plaza Maidan de Kiev que conmocionó al mundo” la semana pasada con decenas de muertos por la represión del gobierno.
Hague destacó que el Reino Unido, al igual que Estados Unidos y las principales potencias europeas “resaltan con fuerza la integridad y unidad territorial de Ucrania”.
El jefe de la diplomacia británica enfatizó que Ucrania “es un país que necesita asistencia financiera de varias fuentes, incluyendo Rusia. No se trata de apartarlo de Rusia. Se trata de permitirles (a los ucranianos) que pueden tomar sus propias decisiones”.
El ministro británico tiene previsto visitar Kiev pronto ya que los líderes provisionales en esa capital deben lidiar con la amenaza de un colapso económico y la posibilidad de separatismos a raíz de la dramática expulsión del presidente pro-Moscú, Viktor Yanukóvich.
Hague aseguró que se reunirá el miércoles con los líderes del Fondo Monetario Internacional FMI en Washington, que considera es el mejor posicionado para proporcionar el apoyo técnico y financiero inmediato que necesita Ucrania.
La situación en Ucrania ha tensado la relación entre Rusia y las potencias occidentales.
Después de que el lunes pusiera en duda la legitimidad de los nuevos dirigentes de Ucrania, Moscú bajó el tono de su retórica este martes. Al tiempo que expresó su oposición a la celebración de elecciones presidenciales anticipadas el 25 de mayo, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que Moscú quería que “Ucrania sea parte de la familia europea en todos los sentidos de la palabra”.