Estudiantes de la oposición contra el gobierno de Nicolás Maduro convocaron a una marcha este martes tras haber bloqueado calles en varias ciudades de Venezuela, donde 14 personas murieron durante los disturbios que llevan casi tres semanas.
“Mañana les espero a todos en la plaza Alfredo Sadel (ndlr: en la Avenida Principal de Las Mercedes, al este de la ciudad de Caracas). A las 10 am caminaremos, hasta la embajada de Cuba”, dijo la dirigente estudiantil de la Universidad de los Andes, Gaby Arellano.
Con neumáticos quemados, colchones y escombros, varias barricadas se repetieron este lunes en ciudades como San Cristóbal, cerca de la frontera con Colombia, y en zonas del este de Caracas.
Efectivos antimotines dispersaron en San Cristóbal -donde se originaron las protestas el 4 de febrero- una manifestación con gases lacrimógenos, un operativo durante el cual un joven que estaba en una azotea murió luego de tropezar y caer de espaldas sobre la calle.
“Nos quitaron hasta el miedo”, rezaba la pancarta de una manifestante, cerca de la autopista que une Caracas con los acomodados suburbios del este. “Resistencia sí, playa no”, escribió otra persona haciendo referencia a los inminentes feriados de carnaval.
La Fiscal General, Luisa Ortega, reconoció que se investigan doce denuncias por casos de violaciones a los derechos fundamentales durante estas tres semanas de protestas, que han dejado 14 muertos, más de 140 heridos y 45 detenidos, incluidos nueve policías y militares, según cifras oficiales y un conteo de la AFP.
López, dirigente de Voluntad Popular y uno de los promotores de las protestas que con el lema “La Salida” que busca sacar por la vía constitucional a Maduro, está detenido en una cárcel militar desde hace una semana después de entregarse a la justicia, acusado de incitar a la violencia y ocasionar daños durante una protesta antigubernamental el 12 de febrero en Caracas, que dejó tres muertos.
Maduro, heredero político del difunto presidente Hugo Chávez, convocó una reunión con los gobernadores del país para preparar un diálogo nacional de paz, previsto para el miércoles, pero el principal opositor venezolano Henrique Capriles declinó asistir a la reunión.
“Estoy seguro que de ahí van a salir grandes acuerdos para el futuro de la patria Lo primero tiene que ser respetarnos, entendernos, respetar la Constitución”, dijo Maduro al término del encuentro, en el que reiteró su llamado a todos los sectores a participar el miércoles.
Durante el encuentro, el gobernador opositor del estado Lara, Henri Falcón, instó a Maduro a reducir la confrontación y a que el gobierno reconozca “que Venezuela se vive una crisis económica” con la escasez de alimentos y la alta inflación, que también han motivado las manifestaciones.
Capriles, gobernador del estado de Miranda y del ala moderada de la opositora Mesa de Unidad Democrática, se negó participar en esa cita en rechazo a la “situación de violación de los derechos humanos y represión”, que según él se vive en el país.
Los analistas son escépticos acerca del real alcance del diálogo, y muchos creen que esta convocatoria de Maduro no es más que un intento de ganar tiempo para aplacar la fuerte ola de disturbios.
“El gobierno está percibiendo crecientes costos entre la opinión pública nacional e internacional y con este diálogo busca una suerte de apaciguamiento”, dijo el analista John Magdaleno a la AFP.
Maduro califica las manifestaciones como un “golpe de estado en desarrollo” del que responsabiliza a un sector de la oposición, financiada por Estados Unidos y el ex presidente colombiano Álvaro Uribe.
A partir del 4 de febrero estudiantes en San Cristóbal salieron a manifestar por la inseguridad en las casas de estudio, tras el intento de violación y robo de una joven en la Universidad de Los Andes.