La Gala del Festival de Viña del Mar 2014 dio para muchos comentarios. Pocos hombres se atrevieron a innovar con sus looks, optando por el tradicional traje negro y la humita o corbata, esta última un elemento que no coincide con el protocolo básico de este tipo de eventos.
En tanto, las mujeres gozan de una mayor libertad para dar espacio a la creatividad, y también a las rarezas. Algunas consiguen mantener la línea y el estilo correspondiente, sin embargo otras no aciertan mucho.
Es el caso de Paulina Nin, quien usó un vestido de Ricardo Oyarzún, el mismo diseñador de su atuendo del año pasado, que fue evaluado negativamente, al igual que el de este año. Incluso, si se saca la parte baja y vaporosa de la prenda, parecería que estuviera usando una malla de patinadora.
Algo que dejó boquiabiertos a los comentaristas de moda fue la elección de Mary Rose McGill, histórica socialité chilena, que sorprendió con un traje rosado “Barbie” con grandes flores verde limón muy poco favorecedor para su figura y también para la ocasión, que merecía algo más elegante que innovador.
Quien se saltó el protocolo para seguir fiel a su estilo fue Ally, la competidora de Italia en el certamen internacional, quien usó un vestido corto y con corte a la cintura en negro, con sandalias “griegas”, además de un voluminoso peinado.
Otras de las que no acertó para nada fue Francisca Undurraga, quien parecía usar un vestido más para ir a la playa que a una elegante gala.
Finalmente, Renata Ruiz (de rojo) se vistió con un vestido que parecía ser de dos piezas, dejando al descubierto una gran porción de su abdomen, alejándose a todas luces de la elegancia que suele llevar a diario. Otro de los ítems que la hizo perder elegancia fueron sus sandalias en negro, que si bien daban la impresión de un look bien rockero, no era apropiado para una gala, lo que no impidió que de todas formas se viera estupenda. ¿Qué otro vestido agregarías?