El Arzobispado de Santiago confirmó la tarde del jueves la veracidad de las fotos publicadas en redes sociales, en la que se denunciaba al sacerdote Fernando Karadima, oficiando una misa en una capilla, a pesar de estar imposibilitado tras ser condenado por el Vaticano por abusos sexuales.
“La foto efectivamente corresponde al sacerdote Karadima y fue obtenida por un visitante al interior de la residencia”, aseguró el comunicado enviado a BioBioChile por la entidad religiosa.
En el texto se ratificó que la imagen fue “captada en diciembre pasado en la capilla interior de la casa de las Siervas de Jesús”, ubicada en Providencia, razón por la que el Arzobispado informará a la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el hecho, arriesgando la pérdida del estado clerical.
La denuncia fue hecha por Juan Carlos Cruz, una de sus víctimas, quien por Twitter afirmó que “en ese momento había cuatro personas además de Karadima y eso está estrictamente prohibido”.
En conversación con CNN Chile, Cruz explicó que esta fotografía le llegó –junto a otras tres– de una fuente muy confiable y que viene a confirmar algo que saben desde hace mucho tiempo: Karadima no está cumpliendo su condena canónica.
Cruz afirmó que el ex párroco de El Bosque tiene prohibición de hacer cualquier acto público de sacerdote y que él sólo puede celebrar misa en su pieza si quiere, a puertas cerradas.
El periodista agregó que entregará estas fotografías a la nunciatura y también las enviará a la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano. Además esto irá acompañado de una declaración jurada con el testimonio de la persona que sacó las imágenes.
Radio Bío Bío se comunicó con el ex abogado eclesiástico de Karadima, Juan Pablo Bulnes, quien afirmó que mientras lo representó, se cumplió la orden de que el sacerdote celebrara la misa solo.
Sin embargo, afirmó que en el convento existen cerca de 40 ancianas que viven en el lugar, por lo que puede haber sido una situación accidental la que estas personas ingresaran a la capilla mientras Karadima celebraba la misa.
Por su parte, la vocera de la Fundación Voces Católicas, Paulina Castellón, afirmó que esta situación es muy grave ya que Fernando Karadima le está dando una bofetada a la Iglesia, y que se debe investigar si es que existen cómplices dentro de la institución.
El vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, aseveró que debido a este hecho, Karadima arriesga una pena que es la expulsión del estado clerical.
Coiro agregó que será ahora la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma, quien deberá entregar un veredicto frente a esta situación. No obstante, indicó que el Arzobispado de Santiago puede tomar otras medidas provisorias.
Karadima, de 82 años, fue encontrado culpable por el Vaticano de abusos sexuales a menores y de abuso del poder otorgado por la potestad eclesiástica, por lo que se le condenó a una vida de retiro en oración y penitencia, además de la prohibición perpetua del ejercicio público de cualquier acto del ministerio, entre ellos la celebración de la misa en público.