La FIFA continúa con dudas sobre el plazo estipulado para que el estadio Arena da Baixada, en Curitiba esté completamente operativo para el próximo Mundial de Brasil, y si bien el campo cuenta con el césped instalado, aún quedan una gran cantidad de cosas por terminar, como son los accesos al recinto deportivo.
Problemas económicos es la principal causa de las demoras en la remodelación del reducto y el máximo ente regulador del fútbol mundial decidirá, en las siguientes horas, si le otorgan un nuevo plazo o eliminan a Curitiba como sede de la Copa del Mundo, según informó el sitio español As.com.
Una situación similar se está viviendo en Manaos y Porto Alegre, las otras dos sedes con problemas, pero que según el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, “El estadio de Manaos estaría operativo a fines de abril o principios de mayo”.
“No tenemos ninguna preocupación. El ministro de Deportes brasileño, Aldo Rebelo, garantizó que el estadio de Curitiba estará listo a tiempo”, aseguró el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien ha recibido reportes directamente de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, indicando que todo estará listo antes del Mundial.
La publicación explicó que en Curitiba, sede del partido entre España y Australia en la fase de grupos, el fin de semana pasado se realizó un acuerdo de refinanciación entre el Gobierno del Estado de Paraná, el Ayuntamiento de Curitiba y el titular del estadio, el Atlético Paranaense, donde se comprometen a tener todo listo antes de que comience el certamen y ante esto recibirán una inyección de sesenta millones de euros.
Si la FIFA llegase finalmente a eliminar a Curitiba como sede del Mundial, algo que nunca ha sucedido en la historia de la Copa del Mundo y que parece improbable por la cantidad de recursos invertidos, sus partidos se moverían a Natal, donde, en el Estadio das Dunas, en la primera fase se jugarían ocho partidos en vez de cuatro.
De ser así España sería el gran perjudicado, ya que Natal está al norte de Brasil, casi en el otro extremo de Curitiba, y los traslados sería demasiado extensos. En tanto que el cambio también sería incómodo para las selecciones que debían jugar allí, entre ellas La Roja.
Finalmente la Ciudad de Porto Alegre también podría ser cancelada como sede y Valcke también tomará la decisión en las próximas horas sobre el futuro de este lugar en relación al Mundial, ya que los costos añadidos para el término de las obras, el último dueño del estadio no los puede asumir.