El ex presidente egipcio Mohamed Mursi comparecerá este domingo ante un tribunal de Egipto acusado de “espionaje” con vistas a cometer “actos terroristas”, en el tercer de los cuatro juicios abiertos contra el mandatario derrocado en julio por el ejército.

Junto al primer presidente elegido democráticamente en Egipto, también comparecerán 35 personas más, entre ellas los dirigentes de la cofradía de los Hermanos Musulmanes, que ganó todas las elecciones después de la caída del régimen de Hosni Mubarak a principios de 2011. Los acusados podrían ser condenados a la pena de muerte.

El nuevo poder instaurado por el jefe del ejército, Adel Fatah al Sisi, lleva a cabo una implacable represión contra cualquier manifestación de los partidarios de Mursi. Según Amnistía Internacional, unas 1.400 personas murieron en manifestaciones desde el 3 de julio, en su mayoría manifestantes islamistas.

Asimismo, miles de miembros de los Hermanos Musulmanes, cofradía declarada “organización terrorista” por las autoridades, fueron detenidos desde el derrocamiento de Mursi, entre ellos, la mayoría de sus dirigentes.

Al igual que el ex jefe de Estado, estos detenidos se enfrentan a varios procesos, por los que podrían ser condenados a muerte.

Durante el juicio del domingo, los 36 acusados deben comparecer por “espionaje en beneficio de la organización internacional de los Hermanos Musulmanes, de su brazo armado y de Hamas”, movimiento islamista palestino que gobierna la franja de Gaza.

Algunos de ellos están acusados de “actos terroristas en el país contra bienes e instituciones” y de intentar “sembrar el caos (…) aliándose con grupos yihadistas”.

Las nuevas autoridades, dirigidas de facto por el ejército, acusan a Hamas -movimiento vinculado a la rama internacional de los Hermanos Musulmanes- de apoyar a la cofradía egipcia y de realizar actos terroristas en Egipto.