Don Miguel carece de muchas cosas, pero no de sueños. Pese a su precaria situación personal, anhela convertirse en baterista y por ello se las ingenió para construir su propia batería con elementos que otras personas desecharon, con las cuales marca sus cumbias en el paseo peatonal de Concepción, hasta donde llegó desde su natal Curicó.

Según relató, nunca ha tocado en una batería de verdad, pero está juntando los 70 mil pesos que le pidieron para comprar una. Tiene la confianza de que va a lograrlo.

¿De cuántas excusas nos valemos para no hacer lo que amamos?

http://youtu.be/PnIhwsPdzww