Un puñado de individuos con insignias de grupos oficialistas zarandeó y robó una cámara con valiosas imágenes a un equipo de periodistas de la Agence France-Presse (AFP) que cubría manifestaciones opositoras de Caracas, ante la pasividad de unidades policiales que les negaron ayuda y se limitaron a sermonearlo por estar allí.
“Ustedes tenía que saber a qué se estaban exponiendo cuando venían para acá”, dijo el coronel de la Guardia Nacional Bolivariana D. González a las periodistas Patricia Clarembaux y Mariana Cadenas cuando le solicitaron auxilio.
En la cámara robada se habían grabado imágenes con el lanzamientos de gases lacrimógenos contra los manifestantes, detenciones y golpizas propinadas por uniformados contra seis estudiantes y el testimonio de una joven relatando lo que había ocurrido.
Este miércoles miles de estudiantes, acompañados por dirigentes de oposición marcharon en reclamo por la inseguridad, la inflación y la falta de productos básicos en Caracas y otras partes del país, en una nueva escalada de protestas universitarias que desde hace 10 días ocurren en distintas ciudades y que derivó en esta jornada en incidentes con saldo de dos muertos, 23 heridos y 30 detenidos.
“Desde que llegamos al sitio donde hubo incidentes entre estudiantes opositores y sectores oficialistas, hubo grupos con insignias chavistas que comenzaron a increparnos preguntándonos de qué medio ‘imperialista’ éramos y que nos fuéramos de allí”, contó la reportera Clarembaux.
Luego unos jóvenes vestidos de rojo y con brazaletes que los identificaban como miembros de la Universidad Bolivariana de Venezuela “comenzaron a gritarnos que nos fuéramos, que no teníamos nada que grabar allí”, testimonió por su lado la videoperiodista Cadenas.
“Uno de ellos, con lentes y un pañuelo al cuello, se separó del grupo, me empujó, zarandeó, me arrebató la cámara y salió corriendo a refugiarse entre sus camaradas. Desde allí me desafiaba a que fuera a buscar la cámara”, relató Cadenas.
Cadenas y Clarembaux se encaminaron entonces hacia un grupo cercano de la Guardia Nacional Bolivariana para pedir ayuda, pero sólo recibieron de parte del coronel González, a cargo del operativo, un sermón.
“Le pedí ayuda al coronel porque nos habían empujado y robado la cámara de video”, relató Clarembaux. “Pero él respondió que no podía disponer de un grupo de funcionarios para ayudarnos porque estaban dispuestos para otro operativo. Y luego nos dijo: ‘Ustedes tenían que saber a que se estaban exponiendo cuando venían para acá’”.