Hace algunas semanas les contamos que postergar la alarma del despertador no sólo es un indicador de que no has dormido lo suficiente, sino que también puede dañar tu salud.
“Puedes estar sufriendo lo que llamamos el jet lag social. Duermes mucho más tiempo los fines de semana, pero los días de semana, debido a la presión del trabajo o la familia, no puedes. Aplazar la alarma del despertador es un esfuerzo infructuoso de obtener el sueño que realmente necesitas”, según explicó el doctor estadounidense Robert Rosenberg, especialista en medicina del sueño, quien añadió que “por desgracia, en muchos sentidos, el sueño fragmentado es peor que no dormir”.
Según Michael Decker, otro especialista del sueño, “en las primeras horas de la mañana, nuestro cerebro empieza a preparar nuestro cuerpo para despertar antes de que realmente seamos conscientes” y la forma en que nos despertamos hace una diferencia en nuestro desempeño a lo largo del día.
A continuación te dejamos 5 consejos recopilados por Huffington Post para acabar con este dañino hábito.
1. Acuéstate más temprano
Aunque no es fácil, necesitas en forma urgente dormir más para que despertar por las mañanas sea más sencillo. “Queremos que las personas cambien su ritmo circadiano” para que su sueño concluya antes o al mismo tiempo de que la alarma suene, dice Decker.
Debes notar cuánto tiempo necesitas para descansar bien y proponerte acostarte a una hora adecuada, que te permita cumplir ese periodo.
Si te cuesta hacerlo, puedes tratar acostándote más temprano en forma gradual. El especialista del sueño, Michael J. Breus, dice que la primera noche vayas a la cama 15 minutos más temprano de lo habitual. La noche siguiente, 30 minutos antes y luego 45, y así sucesivamente, hasta que hayas alcanzado tu meta.
2. Levántate lentamente
Aunque sientas la tentación de postergar la alarma, sal de la cama lentamente. Quédate acostado uno o dos minutos, toma aire, piensa en lo que debes hacer en el día y párate.
Pero procura no quedarte demasiado tiempo o volverás a dormirte.
3. Ajusta tu alarma
Si siempre postergas tu alarma por 10 minutos, entonces programa tu alarma para 10 minutos más tarde, para que realmente puedas aprovechar ese tiempo. Si por el caso contrario, siempre despiertas antes que la alarma, pero sientes la tentación de dormir un rato más, adelántala 10 minutos o lo que sea necesario. Esto ayuda a “acomodar tu ciclo de sueño”, dice Decker.
4. Aléjate del celular y el tablet antes de acostarte
Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington determinó que usar teléfonos inteligentes después de las 21:00 horas afecta negativamente el sueño, dejando una sensación de cansancio por la mañana que puede afectar el rendimiento laboral. Los expertos establecieron que la luz azul que emiten estos dispositivos pueden inhibir la producción de la hormona melatonina, lo que afectaría el ciclo del sueño en la noche, y a su vez, el rendimiento de la jornada siguiente.
5. Deja que la luz entre por la mañana
La luz brillante ayuda a despertar. Puedes dejar entreabierta la cortina o usar una luz artificial de un reloj despertador, para indicarle a tu cuerpo que es hora de levantarse.
Y es que la iluminación, incluso a través de los ojos cerrados, puede mandar la poderosa señal al cerebro de que es tiempo de empezar el día.
6. Mantén una buena “higiene” del sueño
Examina tus hábitos de sueño. Todos deberíamos despertar sintiéndonos renovados y si no es así es que algo anda mal. Puede que comas demasiado en la noche, consumas bebidas con cafeína antes de dormir, tu dormitorio sea ruidoso o muy caluroso. Recuerda que el alza de la temperatura también le indica al cerebro que es hora de levantarse.