Pese a que asegurar ser inocente y da fe de haber obrado honestamente en torno al fichaje de Neymar, Sandro Rosell se devincularía esta misma tarde de la presidencia del Barcelona tras ser agogida la querella en su contra por “supuesto delito de apropiación indebida en su modalidad de distracción en los acuerdos” por el traspaso del brasileño.
Tras conocerse la querella que realizó el socio de los ‘culés’, Jordi Cases, y que acogió el juez español Pablo Ruz para investigar al presidente de su propio club, éste dejaría la cabeza del equipo de Alexis Sánchez.
Y es que el tema afectó inmediatamente a los directivos del Barcelona, especialmente a Sandro Rosell, quien concretaría esta tarde lo que en un principio se había planteado: dimitir de su cargo, según consigna el medio español mundodeportivo.com.
La motivación que arrastró a la directiva y a Rosell para que tomara dicha decisión se debería a no querer manchar la identidad ni la imagen del club culé, a pesar de que se siente libre toda culpa sobre el ‘caso Neymar’ que se le imputa.
Los directivos del Barcelona que respaldan a Rosell, ya habían salido en su defensa en relación a la transacción del crack brasileño: “La directiva mantiene y mantendrá que el precio del fichaje de Neymar es el que siempre ha explicado, 57,1 millones, y que, por lo tanto, no ha mentido a los socios”, pero realizan un mea culpa respecto al destino de los fondos económicos del jugador, donde quizá debieron haberlo dicho claramente.
Esta tarde se oficializaría la dimisión de Rosell del Barcelona, club que quedaría a cargo de su vicepresidente, Josep María Bartomeu, hasta junio de 2016.