Sin acuerdo y con marcadas diferencias entre los empresarios y los trabajadores concluyó la tarde del miércoles la mesa tripartita que dispuso el Gobierno, para lograr una solución al conflicto del sector portuario.
Previo al inicio de la segunda ronda de conversaciones, los diez terminales portuarios representados en el encuentro emitieron un comunicado conjunto, en el cual acusaron una “extorsión por parte de un grupo minoritario de dirigentes sindicales”, que presionarían “ilegalmente por medio de un paro también ilegal, el cual han mantenido utilizando la violencia y generando un clima de amenazas permanente hacia nuestros trabajadores y sus familias”.
El texto público aseguraba que “como país no podemos permitir que un grupo pequeño de personas valide este mecanismo de presión para imponer sus intereses, a costa del bienestar de millones de chilenos, cuya subsistencia y posibilidades de progreso dependen de la continuidad de la actividad portuaria”, expresaron desde San Antonio Terminal Internacional (STI).
A la salida del primer día de conversaciones, el vocero de los trabajadores, Sergio Vargas, expuso su molestia por la declaración que, a su juicio, muestra la poca voluntad de los empresarios.
“(Estamos) terriblemente desilusionados. Ustedes vieron la declaración pública de los empresarios. Eso no es voluntad. Nosotros tenemos toda voluntad de sentarnos. Nosotros estamos conversando, no estamos negociando. Hoy los trabajadores nos vamos a retirar, vamos a volver mañana para que vean que tenemos la voluntad de solucionar”, dijo Vargas.
El dirigente hizo un llamado al Ejecutivo a imponer orden en la mesa. “El Gobierno tiene que solucionar este tema y hasta aquí me quedo”, agregó el representante, quien salió raudamente del lugar.
En tanto, el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz adelantó temprano que el punto más crítico es la demanda del pago retroactivo de la colación, por el periodo 2005-2013, donde aún no hay avances.
Las conversaciones para buscar un acuerdo continúan este jueves a las 12:00 horas en el Ministerio del Trabajo. Mientras, los trabajadores continúan en paro.