El compositor estadounidense Charles Wuorinen, de 75 años, desafía la imagen engolada que rodea a veces a la ópera para referirse a su adaptación de la historia de amor trágico entre dos vaqueros, en “Brokeback Mountain”, en estreno mundial en Madrid el 28 de enero.
Wuorinen dice que en su trabajo ha tomado el partido de rechazar todo “sentimentalismo” para dejar expresar la dimensión dramática de la “música, el texto, la puesta en escena” de la primera adaptación a la ópera de “Brokeback Mountain”.
“Es una historia imposible, trágica, típica de la ópera: dos personas que quieren una relación prohibida en su sociedad”, explica.
Este neoyorquino, autor de más de 260 composiciones para orquesta, coros, piano, percusiones, así como de músicas electrónicas y ballets, supervisa en este momento los ensayos en el Teatro Real de “Brokeback Mountain”, la adaptación musical del cuento del mismo nombre publicado en 1997 por el semanario estadounidense The New Yorker antes de ser llevado al cine en 2005 por el director taiwanés Ang Lee.
La película cuenta la historia de amor atormentada de dos jóvenes vaqueros estadounidenses, Jack y Ennis, que se encuentran en 1963 en una región montañosa espléndida pero hostil, en Wyoming; fue recompensada con tres Óscar.
El compositor niega haber compuesto una ópera destinada a reivindicar los derechos de los homosexuales, aun cuando los protagonistas, dos hombres, se besan en la escena.