A 27 años de presidio efectivo, por los delitos de parricidio y parricidio frustrado, fue sentenciada Lorena Espinoza, la mujer que intoxicó a dos de sus cuatro hijos con el fuerte analgésico Tramadol, falleciendo uno de ellos. El padre de los menores, y esposo de la mujer, lamentó la baja condena, pese a que Espinoza pidió perdón a sus hijos.
“Quiero pedirle perdon a mis hijos y en 20 años más los espero en San Jaoquín”. Con estas palabras, Lorena Espinoiza, la mujer que intoxicó con tramadol a sus dos hijos, de los cuales uno falleció, recibió la sentencia condenatoria de 27 años de presidio efectivo en el Cuarto Tribunal Oral en Lo Penal de Santiago.
En este caso el Ministerio Público logró acreditar que la mujer inyectó ese fuerte analgésico a dos de sus cuatro hijos, medicamento derivado del opio que se ocupa para el tratamiento contra el cáncer.
Producto de esto, el menor de seis meses de vida falleció, mientras que el niño de cuatro años logró sobrevivir. Pese a que no contaba con la autorización del Tribunal, la mujer se dirigió a sus hijos.
El persecutor de la Fiscalía Oriente, Álvaro Pérez, subrayó que se corroboró que la mujer padecía del Síndrome de Munchousen por poder, para llamar la atención como madre abnegada, enfermando a sus hijos. Sin embargo, esta condición no le restó culpabilidad.
Mientras que el padre de los menores, Claudio Matus, quien testificó contra su esposa y madre de sus hijos, lamentó la condena.
La sentencia no es muy lejana a lo que solicitaba la fiscalía que requería 30 años de cárcel.