Durante las décadas del 60 y 70, el mundo se mantuvo temblando ante la posibilidad de un ataque nuclear devastador una vez que se “calentara” la Guerra Fría, cuando Estados Unidos con la entonces Unión Soviética decidieran pasar de las bravuconadas a la acción.
Por entonces, el peor temor eran los escenarios que mostraban las películas: ver el destello de uno de los gigantescos misiles intercontinentales abalanzarse sobre tu ciudad. Si veías esa luz, sabías que eran los últimos segundos que te quedaban de vida.
Por fortuna, nadie tuvo nunca la oportunidad de ver la luz de esos cohetes (descontando los ataques con bombas sobre Hiroshima y Nagasaki), pero, ¿cómo habría lucido ese escenario pre apocalíptico?
Un video publicado por el blog de tecnología Gizmodo muestra una filtración de las pruebas realizadas por el Ejército Ruso en la remota zona de Kamchatka Krai, donde se aprecia como estos proyectiles intercontinentales cumplen su última y letal etapa: reingresar en la atmósfera antes de estallar.
Se trata de las etapas 7 y 8 del diagrama más abajo, donde dependiendo del tipo de misil, la explosión puede ocurrir sobre el blanco a atacar o bien, tras estrellarse con él.
Por cierto, no esperen ver el infame hongo atómico como gran final. Se trata sólo de ensayos balísticos, por lo que los misiles no poseen ojivas nucleares. De hecho, estando tan cerca la localidad de Japón, de tenerlas ya se habría armado…