El presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió el viernes a los republicanos del Congreso que se negará a negociar sobre las condiciones de un nuevo incremento del tope de la deuda, necesario de aquí a inicios de marzo, según el departamento del Tesoro.
Durante una conferencia de prensa, Obama dijo que espera que sus adversarios no sean “tan locos” como para recurrir a tal medio de presión con el objetivo de lograr concesiones, y prometió no ceder.
Líderes de la oposición republicana han dicho que no aceptarán un aumento del endeudamiento estadounidense sin obtener a cambio recortes en el gasto del gobierno, lo que ha disparado el temor de una nueva batalla fiscal, luego de que el Congreso lograra aprobar finalmente un presupuesto en días pasados.
“No me puedo imaginar que, vista la posibilidad de cooperación en el Congreso, haya gente que esté pensando en volvernos a hundir en este tipo de políticas arriesgadas que tanto daño nos han hecho en los últimos años”, dijo Obama, quien debió enfrentar un cierre parcial del gobierno por 16 días en octubre por una pulseada con los republicanos por el tope de la deuda.
“Para repetir: el techo de la deuda se eleva simplemente para pagar gastos en los que ya hemos incurrido. No es algo que pueda ser una herramienta de negociación”, afirmó.
“Es una responsabilidad del Congreso. Es parte de su trabajo yo espero que hagan su trabajo”, dijo el mandatario.
El jefe de la comisión de presupuesto de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, uno de los autores del presupuesto aprobado por el Congreso esta semana, advirtió el fin de semana pasado que los republicanos quieren obtener algo a cambio de elevar el techo de la deuda.