El astro Ronaldinho, autor del único gol del Atlético Mineiro en el revés 3-1 ante el Raja Casablanca en las semifinales del Mundial de Clubes, admitió tras el partido que era una derrota “díficil de aceptar”.

“Ahora tenemos que mantener la cabeza fría y afrontar lo que nos queda. Ha sido un año maravilloso, entramos en la historia, pero es una derrota difícil de aceptar”, dijo la exestrella de Barcelona y Milan.

Ronaldinho era el hombre señalado por todos para liderar al Atlético Mineiro hacia la final y cumplió con un tanto en la semifinal, pero el Raja Casablanca se impuso por 3-1 y evaporó los sueños del campeón de la Copa Libertadores.

“El juego estuvo equilibrado, los dos equipos hemos tenido muchas oportunidades”, explicó al término del choque en Marrakech.

El equipo tendrá ahora que jugar por el consuelo del tercer lugar, en el partido del sábado ante el Guangzhou Evergrande que dirige el italiano Marcello Lippi. La final la jugarán el mismo día el Bayern de Múnich alemán y el Raja Casablanca.

Por su parte, el capitán del Atlético Mineiro, Rever, intentó mantener el ánimo y dijo que el grupo debe pensar ahora en vencer en el último partido e irse de Marruecos al menos con el bronce simbólico del torneo.

“Tenemos que ganar el próximo juego para acabar con dignidad ante el aficionado”, declaró tras el partido.

“No fue el partido al que estamos acostumbrados y no pudimos. Ellos merecieron la victoria. Lo mínimo que podemos hacer ahora es intentar ganar por el tercer puesto”, afirmó.

También visiblemente decepcionado con esta inesperada eliminación terminó Fernandinho, que también pensó en el disgusto de los aficionados del equipo.

“Las ocasiones que tuvimos no las pudimos materializar. Hay cosas que son difíciles de entender y hay que pedir disculpas a nuestros seguidores. Dimos lo máximo pero fue un día en el que nada nos salió bien”, dijo.

La caída del Atlético Mineiro tiene un precedente en la actuación del Inter de Porto Alegre en 2010 en Abu Dabi, donde fue eliminado por el Tout Puissant Mazembe de la República Democrática del Congo.

Fue la primera vez que la final no contaba con representación sudamericana y ahora ocurrirá algo parecido, con un duelo Europa-África por el trofeo.

El Atlético Mineiro no podrá, por lo tanto, convertirse en el quinto equipo brasileño y sudamericano que gana el título en el Mundial de Clubes y Brasil perderá la corona que luce desde 2012, cuando el Corinthians fue el campeón en Japón ante el Chelsea inglés.