Es amor a la profesión, vocación para servir y ayudar. Eso es lo que hacen miles de profesionales que integran la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) y que hacen voluntariado en las zonas en conflicto.
Nuestro continente, específicamente América Latina, se caracteriza por ser ser una región solidaria con espíritu de ayuda y servicio, sin embargo quienes ayudan a que esto se lleve a cabo son los denominados “Médicos Sin Fronteras“.
MSF es una organización médico-humanitaria internacional que asiste a poblaciones en situación precaria, y a víctimas de catástrofes y de conflictos armados, sin discriminación por raza, religión o ideología política.
La presencia de estos profesionales en las situaciones de crisis permite dar una asistencia inmediata y temporal a las personas más necesitadas. Ponen la acción sanitaria en primer lugar, pero también asumen riesgos, confrontan al poder y usan el testimonio como medio para provocar cambios en favor de las poblaciones.
Y así lo han hecho, ya que desde el 5 de diciembre pasado, Bangui, capital de República Centroafricana (RCA), ha sido afectada por violentos enfrentamientos en diferentes barrios de la ciudad.
Tras haber sufrido una constante inestabilidad político-militar durante décadas, la RCA se enfrenta ahora a una emergencia humanitaria crónica y también a una emergencia sanitaria. Esta organización humanitaria internacional se encuentra trabajando allí desde 1997.
A continuación les dejamos imágenes del trabajo humanitario que realizan cientos de profesionales en la RCA, captados por la lente de la afamada fotógrafa Camille Lepage.
Cientos de miles de ciudadanos se vieron obligados a huir en masa para buscar protección en diferentes puntos neurálgicos de Bangui (aeropuerto o centros de culto) debido a la violencia.
Los equipos de Médicos Sin Fronteras han tratado, desde el 5 de diciembre, a más de 280 heridos en el hospital comunitario de la ciudad. La mayoría de los heridos presentan traumas por arma de fuego o por arma blanca (machetes y cuchillos).
Médicos Sin Fronteras ha establecido una clínica en el aeropuerto de la capital centroafricana donde realiza más de 200 consultas por día, principalmente por casos de traumas y malaria.
Personal y pacientes de Médicos Sin Fronteras han sido testigos de ejecuciones perpetradas por hombres armados en el interior de los centros de salud.