Nintendo no podría estar en peor situación. Si el mercado ya se mostraba escéptico con la Wii U, su última consola, el lanzamiento de la Xbox One y la PlayStation 4 sólo vinieron a sepultarla.
La evidencia fue puesta sobre la mesa por la revista Bloomberg, al asegurar que las consolas de Sony y Microsoft habían vendido más unidades en 24 horas que Nintendo en los primeros 9 meses de la Wii U a la venta.
En efecto, ambas empresas aseguraron haber superado el millón de unidades comercializadas en Estados Unidos durante el primer día de su lanzamiento, mientras que Nintendo sólo pudo vender 460.000 de sus consolas durante todo el semestre fiscal comprendido entre abril y septiembre de este año.
El informe resulta lapidario para el presidente de la compañía, Satoru Iwata, quien había asegurado a los inversionistas que cerrarían el año con la venta de 9 millones de unidades a nivel mundial, reportando 974 millones de dólares en ingresos. Los analistas dudan de que pueda cumplir su promesa, rebajando a 6.2 millones de unidades las ventas a nivel mundial, y los ingresos a la mitad.
“Se niegan tercamente a reconocer que su producto no le interesa a los consumidores. No van a lograr vender 9 millones de consolas ni tampoco alcanzar sus metas financieras”, aseguró Michael Patcher, analista de Wedbush Securities.
Los problemas de la Wii U son múltiples. Además de los retrasos en sus juegos insignia, Nintendo ha visto una verdadera fuga de videojugadores casuales hacia los teléfonos móviles, y de videojugadores acérrimos hacia las consolas más avanzadas de Sony y Microsoft.
Incluso muchos analistas culpan a la negativa de la empresa de llevar sus principales personajes -como Mario, Zelda o Donkey Kong- a las plataformas móviles, como una oportunidad desaprovechada de generar nuevos recursos.
“La Wii U se ha vuelto una consola sólo para los fanáticos de Nintendo. Necesita generar software innovador si quiere atraer nuevamente tanto a los videojugadores casuales como a los acérrimos”, indicó el analista de SMBC Nikko Securities, Eiji Maeda.
Así las cosas, la empresa ha puesto sus esperanzas en que los nuevos lanzamientos de Super Mario 3D World y el adveniente Zelda, pueda revitalizar las alicaídas ventas de la consola. Un camino obligado más que una alternativa, dado que son cada vez menos los estudios interesados en desarrollar videojuegos para un dispositivo sin una masa crítica de usuarios.
“Para la PS4 y la Xbox One es mucho más fácil conseguir software de otros fabricantes debido a que tienen una buena base de fanáticos. Para estas empresas, no tiene sentido arriesgarse en desarrollar juegos para la Wii U”, sentenció el consultor de Tokai Tokyo Securities, Yusuke Tsunoda.