Una pena de entre 541 días a 3 años de presidio menor en su grado mínimo, es lo que arriesga Yolanda Pailapán Ñancucheo, luego de ser condenada por el crimen de su pareja, Nelson González Raíl. El Tribunal de Osorno desechó la solicitud de la fiscalía y de la abogada querellante, que pidieron hasta 17 años de cárcel.

Este viernes se desarrolló la audiencia de lectura de veredicto, instancia donde el juez Héctor Hinojosa Aubel manifestó que tras analizar toda la prueba presentada durante los 4 días de juicio por los persecutores, se pudo concluir que la mujer es la autora material de la herida con arma cortopunzante que le quitó la vida a su pareja.

Sin embargo, el tribunal determinó condenarla por ocasionar lesiones de carácter grave en contexto de violencia intrafamiliar con resultado de un cuasi delito de homicidio, con lo cual arriesga una pena menor.

Iván Cárdenas, defensor penal a cargo de Pailapán, señaló que en todo minuto confió en que el tribunal acogiera su postura, añadiendo que había que considerar el trasfondo de la historia que estaba llena de abusos y malos tratos hacia la mujer.

Tras el veredicto, la abogada querellante del Centro de Atención y Apoyo a Víctimas, Romina Bello -quien representa a la madre de la víctima-, señaló que esperan que el tribunal determine el cumplimiento de la pena de manera efectiva. Lo anterior, considerando que la madre se encuentra viviendo en la casa que la condenada compartía con su pareja, por lo que teme que si a ella se le concede algún beneficio, pretenda vivir allí.

Iván Cárdenas, por su parte, reiteró que espera una pena de 541 días, la que podría ser cumplida en libertad gracias al beneficio de la remisión condicional, considerando que a su representada le favorecen las atenuantes de colaboración sustancial e irreprochable conducta anterior.

Tras la audiencia, Yolanda Pailapán Ñancucheo fue nuevamente conducida hasta la cárcel de Osorno, donde se encuentra recluida desde la jornada de éste miércoles tras quebrantar la medida cautelar de arresto domiciliario nocturno que tenía que cumplir en San Pablo.