El rey Juan Carlos salió este lunes del hospital madrileño, donde el jueves pasado se le implantó una prótesis tras superar una infección en la cadera izquierda, constató un fotógrafo de AFP.
El monarca salió del hospital Quirón, en las afueras de Madrid, poco después de que la gerente de la clínica, Lucía Alonso, anunciara su alta hospitalaria a mediodía de este lunes.
El rey Juan Carlos abandonó el hospital en un coche negro con lunas tintadas y al pasar ante los numerosos periodistas que lo esperaban a la salida, saludó y contestó con un “todo muy bien, fenomenal”, a las preguntas sobre cómo se encontraba.
El monarca “ha recibido el alta hospitalaria, tras haber completado de forma muy satisfactoria el posoperatorio y haber conseguido autonomía suficiente para los movimientos cotidianos”, había afirmado poco antes Lucía Alonso.
“Los últimos resultados obtenidos de las biopsias y cultivos microbiológicos confirman la desaparición del proceso infeccioso de la cadera”, añadió la gerente ante los medios.
El rey Juan Carlos continuará con el tratamiento y las revisiones, así como programa de recuperación previsto en su residencia del palacio de la Zarzuela.
El monarca fue operado el jueves para retirarle una prótesis provisional que se le había colocado en la cadera izquierda el pasado 24 de septiembre y sustituirla por una definitiva.
La prótesis provisional se le había colocado tras tener que retirarle otra que se le había puesto en noviembre del año pasado y que se había infectado.
El jueves, los médicos ya habían afirmado tras la operación que la infección había sido “superada” y que “todo parece indicar que las cosas van por el buen camino”.
El doctor Miguel Cabanela, encargado de su intervención, adelantó el jueves que el monarca debería permanecer en el hospital entre cuatro y siete días, por lo que el rey Juan Carlos ha cumplido el plazo más corto.
Los médicos también consideraron que podrá volver a andar sin muletas “dentro de 10 a 12 semanas”.
Se trata de la novena intervención quirúrgica desde mayo de 2010 en el monarca de 75 años, cuyos problemas de salud, sumados a una serie de escándalos, alimentan un debate sobre una eventual abdicación en favor de su hijo, el príncipe Felipe, de 45 años, algo descartado por la Casa Real.