El ex primer ministro y magnate de las comunicaciones, Silvio Berlusconi intentó este lunes in extremis evitar ser expulsado para siempre del Parlamento, un final humillante para el líder indiscutible de la derecha italiana.
“Tenemos documentos que nos permiten pedir la revisión del caso ante la Corte de apelaciones”, aseguró Il Cavaliere, quien se someterá el miércoles a un voto en el Senado para su expulsión del parlamento.
“Les pido que voten con conciencia, no tanto por mí sino por respeto a la democracia”, solicitó Berlusconi directamente a sus adversarios políticos del Partido Democrático (izquierda) y del Movimiento Cinco Estrellas, en una conferencia de prensa celebrada dos días antes de la histórica votación.
El pleno del Senado deberá votar el miércoles el retiro del escaño a Berlusconi tras la condena definitiva a cuatro años de prisión por fraude fiscal en el caso Mediaset, una sanción prevista por una ley del 2012.
El político y empresario sostiene que cuenta con doce testimonios, entre ellos siete “completamente nuevos”, que le permitirán pedir la revisión del caso y probar que es inocente.
Con la voz cansada y un tono menos agresivo del empleado en los últimos días, el magnate invitó a sus adversarios a “no asumir esa responsabilidad, un voto del que podrían avergonzarse ante los propios hijos, los electores y todos los italianos”, dijo.
“Soy inocente. Para mí se trata de un golpe de Estado fraguado por la izquierda, no tengo otras palabras para definirlo”, declaró Berlusconi el lunes en una entrevista radial, pese al llamado del presidente de la República para que respete las decisiones de las más importantes instituciones del país.
El pasado 1 de agosto la Corte de Casación condenó tras un largo proceso al multimillonario político a una pena de cárcel, de los cuales tres años fueron amnistiados.
El magnate, de 77 años, hace frente a uno de los momentos más difíciles de sus 20 años de carrera política, marcada por su enorme popularidad y los escándalos sexuales y judiciales.
La votación, que será pública y no secreta como pedía Berlusconi, probablemente será favorable a su expulsión, ya que el PD y el Movimiento Cinco Estrellas –cerca de 165 senadores sobre un total de 321– han manifestado que votarán a favor de su salida definitiva del Parlamento.
“El Senado quiere acabar con el líder de la derecha”, protestó Il Cavaliere, quien proclama desde hace días en entrevistas y programas televisivos su “inocencia”, y quiere convertir su condena en un caso político, “un ataque a la libertad” de Italia.
Berlusconi, sumamente irritado porque el presidente de la República, Giorgio Napolitano, no le concedió la gracia, aun si no quiso pedirla oficialmente, está debilitado tanto física como políticamente.
La humillación
“Para mí va a renunciar al escaño antes de humillarse frente a una expulsión”, comentó el democratacristiano Lorenzo Cesa.
“Un voto dramático, un hecho histórico”, escribió Il Corriere della Sera, tras recordar que el gobierno de coalición izquierda-derecha está blindado y no corre el riesgo de caer pese a la inusual situación.
“No existen condiciones para una posible intervención del jefe del Estado sobre la base de la Constitución, las leyes y los precedentes”, explicó este fin de semana en una nota oficial la presidencia, con lo que aclaró que no se le puede indultar.
El triste final de uno de los hombres más ricos de Europa, que no quiere retirarse de la vida pública, que se somete a continuas cirugías plásticas para parecer más joven, que se acompaña por una chica de menos de 30 años, no parece afectar su imagen de hombre exitoso, y su popularidad sigue siendo alta.
Sin pasaporte, por momentos confundido y conmovido, sin el mediador que por décadas lo asesoró — el tío del actual jefe de gobierno, Gianni Letta– Berlusconi sostiene que con su expulsión se “humilla ante toda Italia”.
Sin la inmunidad parlamentaria, Berlusconi corre el riesgo de ser condenado por varios procesos más en los que ha sido acusado de abuso de poder, prostitución de menor – conocido como el caso Ruby – y soborno de un senador para generar la caída del gobierno de izquierda.
Gracias a la edad, el magnate no deberá cumplir ninguna condena en la cárcel y va a optar por realizar labores sociales.
Según el diario romano Il Messagero, su viejo amigo Vladimir Putin, que celebra una visita relámpago este lunes a Roma, le entregará un pasaporte diplomático para que pueda viajar a Moscú.