Microsoft lanza el viernes su nueva consola, la Xbox One, que competirá directamente con la flamante Playstation 4 de Sony, en un mercado de los videojuegos en plena ebullición.
La Xbox One se pondrá a la venta inicialmente en 13 países, entre ellos Brasil, España y México.
Sony le ganó de mano a su rival estadounidense la semana pasada al lanzar al mercado norteamericano su PS4, tomando una ligera ventaja en el inicio de la temporada de compras de fin de año.
La empresa japonesa también se posicionó mejor en términos de precio, porque la PS4 se vende a 399 dólares (cerca de 200 mil pesos chilenos) en Estados Unidos y Canadá, 100 dólares (50 mil pesos aproximadamente) menos que la Xbox One.
Sony se jactó de haber vendido más de un millón de PS4 en 24 horas después del debut del pasado viernes, pero el furor del lanzamiento se vio empañado por algunas quejas de los consumidores relacionadas con el mal funcionamiento de su aparato.
Los analistas dicen que se necesitará tiempo para ver cuál de las dos consolas será más popular, pero el precio bajo de la PS4 juega a su favor.
“Si la historia nos ha enseñado algo es que la mayoría de los jugadores experimentados prefieren generalmente Sony”, dijo Brian Blau, director de investigación de la firma de analistas Gartner. “Pero por ahora no he visto nada que permita decir que una consola le gana a la otra”.
En la generación anterior de estos aparatos, la Xbox 360 fue la consola más vendida en Estados Unidos.
Ambas máquinas tienen mejores gráficos y permiten una mayor inmersión en los juegos. También han perfeccionado las herramientas para jugar en línea y compartir datos con amigos en redes sociales.
Microsoft presenta además su consola como un dispositivo de entretenimiento multifuncional, mucho más allá de los simples videojuegos. El aumento de las capacidades técnicas de la máquina dan al usuario la posibilidad de pasar al instante de los videojuegos a la televisión o a Internet.
El programa de videollamadas Skype, propiedad de Microsoft, también fue integrado en la consola, permitiendo conversaciones remotas entre varias personas. Y el instrumento de detección de movimiento Kinect y los accesorios acústicos que acompañan a la Xbox One reconocen a los usuarios, responden a comandos de voz y pueden incluso controlar los latidos del corazón de los jugadores.
Antiguos juegos no compatibles
“Este es el comienzo de una nueva generación de juegos y entretenimiento, y de una nueva generación de televisores inteligentes”, señaló Yusuf Mehdi, de Microsoft, cuando se presentó la Xbox One.
Mehdi insistió entonces en que Kinect, que fue vendido como un accesorio adicional para la Xbox 360, se incluye ahora en la nueva Xbox One.
Sin embargo, un elemento va a enfurecer a los jugadores: ninguna de estas dos nuevas consolas es compatible con los juegos de versiones anteriores.
Mehdi no parecía por otra parte preocupado por la creciente popularidad de los juegos en los teléfonos inteligentes o tabletas; según él, esto sólo aumenta el apetito por el entretenimiento interactivo, que se ha convertido en una industria de 93.000 millones de dólares.
De acuerdo con Gartner, el segmento de las consolas en el mercado de los videojuegos crecerá de 44.000 millones de dólares este año a 49.000 millones dólares en 2014, mientras que los juegos en los dispositivos móviles pasarán de 13.000 a 17.000 millones.
“Microsoft y Sony han mejorado mucho sus productos”, dijo Brian Blau. “La clave será que tengan juegos y aplicaciones de calidad para explotar todo el potencial de sus máquinas”.
Los dos gigantes han trabajado con editores de juegos exitosos, que lanzaron versiones de sus títulos más vendidos para las nuevas consolas.
“Ya disponemos de juegos que conocemos. Pero ahora esperamos de los desarrolladores de Sony y Microsoft novedades atractivas”, señaló.
Nintendo, otro actor importante en esta “guerra de las consolas”, ya lanzó hace un año su aparato de última generación, la Wii U, pero las ventas hasta ahora han sido decepcionantes.