La justicia estadounidense ordenó el jueves la liberación de un primo del clan Kennedy condenado por el asesinato de una vecina de 15 años, cometido en 1975, bajo una fianza de 1,2 millones de dólares.
Esta decisión se produjo un mes después de que un juez ordenara que Michael Skakel, de 53 años, sobrino político de Robert F. Kennedy, sea sometido a un nuevo juicio.
Skakel fue condenado en junio de 2002 a una pena mínima de 20 años de cárcel por matar a golpes a Martha Moxley con un palo de golf después de una fiesta de Halloween en su casa de Greenwich (Connecticut, noreste) el 30 de octubre de 1975.
Sus abogados dijeron el jueves en una audiencia en Stamford, Connecticut, que pagarían de inmediato la fianza, con lo cual Skakel no volverá a la cárcel.
El juez también ordenó que Skakel siempre debe llevar un sistema de seguimiento GPS, y le prohibió salir sin permiso del estado de Connectictut.
Como todo lo relacionado directa o indirectamente con la familia Kennedy, el caso ha generado mucho interés en Estados Unidos y ha sido tema de varios libros y programas de TV.
Tras el hallazgo del cadáver de la joven, a los pies de un árbol en su jardín cerca del de Skakel, la investigación se prolongó durante años sin éxito. Otros dos adolescentes eran sospechosos, entre ellos Thomas Skakel, el hermano de Michael.
Michael Skakel, quien tenía 15 años en el momento de la tragedia, finalmente fue acusado en 2000, a los 39 años. Sin pruebas físicas o testigos, fue condenado en 2002.
Los cargos contra Skakel se basaron principalmente en testimonios de personas que lo oyeron reivindicar el hecho y ufanarse de su impunidad por sus lazos con el clan Kennedy.
Skakel es sobrino de Ethel Kennedy, cuyo apellido de soltera era Skakel, viuda del senador Robert F. Kennedy, hermano del presidente John F. Kennedy.
Su familia ha gastado millones de dólares intentando sacarlo de la cárcel. Su padre murió en la ruina, destacó el jueves el New York Times.
Al concederle un nuevo juicio el 23 de octubre, para sorpresa general, el juez Thomas Bishop consideró que Skakel no había sido defendido adecuadamente por su abogado, Michael Sherman.
Anteriormente, varias apelaciones fueron rechazadas, al menos dos por la Corte Suprema de Connecticut. La decisión del juez Bishop debería ser objeto de una nueva apelación.