Un grupo internacional de físicos logró detectar partículas cósmicas llamadas neutrinos gracias a un enorme receptor situado bajo los hielos de la Antártida, con una carga energética sin precedentes, y que podría abrir una ventana para explicar la evolución del Universo.
Hasta la fecha los científicos habían logrado detectar neutrinos en una atmósfera terrestre o del sol. Pero esta vez fueron detectados 28 neutrinos con una fuerte carga energética, mil millones más fuerte que las partículas de origen terrestre, según los primeros resultados publicados el jueves en la revista Science.
La operación se llevó a cabo entre 2010 a 2012 a más de un kilómetro de profundidad por debajo de los hielos de la Antártida con ayuda del detector “IceCube Neutrino Observatory”, dotado de más de cinco mil captores ópticos.
“Los neutrinos nos permitirán observar el universo a niveles de energía sin precedentes y comprender mejor el mecanismo de los súper agujeros negros que emiten radiaciones en el corazón de las galaxias donde las explosiones de rayos gamma, los más potentes del Universo, que se producen a muy grandes distancias y liberan gigantescas cantidades de energía”, explica a AFP Gregory Sullivan, profesor de física de la Universidad de Maryland.
“Los neutrinos son elementos de base de nuestro universo”, revela Kara Hoffman, profesora adjunta de física de la Universidad de Maryland y una de las co-autoras de la investigación.
Una mayor comprensión de estos neutrinos es “crucial” para el avance de la física de las partículas, la astrofísica y la astronomía”, insiste.
El Neutrino Observatory es el fruto de cincuenta años de trabajo y de una colaboración internacional que cuenta con más de 250 físicos e ingenieros.