Puede que el destino de “La Caperucita Roja” fuera la casa de su abuelita, pero un grupo de científicos está más interesado en determinar exactamente de dónde proviene y por qué se propagó su historia.
Un grupo de antropólogos ha tratado de remontarse a los orígenes del cuento de “La Caperucita Roja”, uno de los más antiguos y populares, apoyándose en un modelo matemático utilizado por los biólogos para estudiar la evolución de las especies.
De esta forma pudieron cerrar un viejo debate que demuestra que “La Caperucita Roja” tenía los mismos orígenes que un famoso cuento alemán, “El lobo y los siete cabritos”, pero que luego se había convertido en una historia diferente.
Reconstruir la evolución de un cuento es “hacer el trabajo de un biólogo que muestra, por ejemplo, que los humanos y los grandes simios compartían un ancestro común pero evolucionaron para ser especies distintas”, explica el antropólogo británico Jamie Tehrani, de la Universidad de Durham, en Reino Unido.
Su estudio, publicado este miércoles en la revista científica estadounidense PLOS ONE, vuelve a trazar la génesis y la evolución en el tiempo y lugares de los cuentos y creencias populares para aportar una nueva luz a los movimientos de población en la historia humana.
Este estudio revela que “El lobo y los siete cabritos” se remonta probablemente al primer siglo de la era cristiana que dio origen mil años después a una variante convertida en “La Caperucita Roja”.
Método estadístico
“El lobo y los siete cabritos”, popular en Europa y Medio Oriente, es la historia de un lobo que se disfraza de “madre cabrita” para devorar a sus pequeños. En “La Caperucita Roja”, el lobo se come a la pequeña niña tras haber adquirido la apariencia de su abuela.
“La Caperucita Roja” figura entre las obras, muy famosas en Alemania, de los hermanos Grimm publicadas en el siglo XIX. Esta versión se basa en la escrita en el siglo XVII por el francés Charles Perrault, a su vez inspirada en un cuento más antiguo transmitido en la tradición oral en Francia y Austria. Existen, además, numerosas variantes en África y en Asia.
Para encontrar los orígenes del cuento, Jamie Tehrani sometió a 58 variantes a un análisis filogenético, un método estadístico utilizado por los biólogos para la clasificación de seres vivos que permite establecer el grado de parentesco entre las especies y comprender su evolución.
El análisis se concentra en 72 posibles escenarios en función de los protagonistas, como el lobo, el ogro, el tigre, u otras criaturas y las astucias utilizadas para engañar a las víctimas, así como la suerte de éstas.
Este estudio permitió desmentir una teoría expandida que afirmaba que la versión más antigua de “La Caperucita Roja” nació en la tradición oral china antes de expandirse en Occidente a través de la ruta de la seda.
“Mi investigación muestra lo contrario, que la versión china se deriva de las tradiciones orales europeas”, afirma el investigador.
“Los chinos en realidad mezclaron la caperucita roja, el lobo y los siete cabritos con cuentos del folclore local para crear una nueva versión híbrida”, explicó.