Irán no ha ampliado su capacidad nuclear en los últimos tres meses, según un informe de la AIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica) difundido este jueves.
Solo cuatro centrifugadoras de enriquecimiento de uranio estaban operando en la planta de Natanz y en Fordo no se agregaron nuevas máquinas, precisó el reporte de la AIEA. La producción de uranio enriquecido al 5% y al 20% se mantuvo en un nivel “similar”, agregó.
Añadiendo que Irán tampoco ha puesto a funcionar ninguna centrifugadora IR-2M de nueva generación y que “ningún tipo de componentes de importancia” han sido instalados en el reactor construido en Arak.
Las rápidas centrifugadoras IR-2M están en la mira de la comunidad internacional, ya que en teoría reducen el tiempo que necesita Irán para producir suficiente uranio enriquecido apto para la fabricación de una bomba nuclear.
Se teme que el reactor de Arak pueda proveer a Irán con plutonio, alternativa al uranio para la fabricación del arma nuclear, cuando esté terminado y en funcionamiento, en un plazo de 12 o 18 meses.
El informe de la AIEA, el primero desde que el presidente iraní Hassan Ruhani se posesionó en agosto, fue difundido antes de una nueva ronda de negociaciones entre Irán y las potencias mundiales en Ginebra la semana próxima.
Tres arduos días de negociaciones en Ginebra, en las que participaron el secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry y otros ministros de Relaciones Exteriores, concluyeron sin acuerdo en la madrugada del domingo.
Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña, Francia y Alemania (5+1) quieren que Irán de marcha atrás en las partes más problemáticas de su programa nuclear.
A cambio Irán desea que se levanten las sanciones de Naciones Unidas y de países occidentales que han causado a la república islámica considerables problemas económicos, y que le sea reconocido además su “derecho” a enriquecer uranio.