El índice de precios al consumidor en España se mantuvo estable en octubre, sin aumento, por primera vez en cuatro años, según los datos oficiales definitivos publicados este miércoles.
La tasa de inflación, calculada con datos armonizados con los de la Unión Europea, bajó a cero, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), una décima menos que la estimación provisional desvelada el 30 de octubre y 3 décimas menos que en septiembre.
Por su parte el indicador no armonizado, que se usa como referencia en España, es negativo (-0,1%) por primera vez desde octubre de 2009. En septiembre, había progresado un 0,3%.
El índice de precios subyacentes, que excluye los elementos más volátiles como la energía o los alimentos frescos, y que sirve para determinar las tendencias de fondo, está ahora en un nivel muy bajo, del 0,2% interanual.
En un comunicado, el INE explica que la desaceleración se debe a una bajada del 7,5% de los precios en el sector de las comunicaciones, del 2,1% en los transportes (gracias al retroceso de los precios de los carburantes), del 2% en el sector de la enseñanza y del 1,6% en la alimentación y las bebidas alcohólicas.
La tendencia contrasta con la de la primavera, cuando los precios españoles subieron a un ritmo del 1,8% en mayo y del 2,2% en junio. Pero sigue también el movimiento registrado en la zona euro, donde la inflación alcanzó el 0,7% en octubre, su nivel más bajo desde 2009, dejando resurgir el espectro de la deflación para algunos observadores.
La inflación se encuentra muy por debajo del 2% que el Banco Central Europeo (BCE) considera deseable.
Su presidente, Mario Draghi, advirtió la semana pasada que la eurozona se encontraba en el umbral de un “periodo prolongado de inflación baja” pero no anticipa deflación.
España, que acaba de salir de dos años de recesión, pasó un periodo de deflación en 2009, cuando los precios retrocedieron durante ocho meses consecutivos.