El joven Kevin Chenais y sus padres, varados en Estados Unidos luego de que una aerolínea considerase al muchacho francés demasiado gordo para volar, llegaron el martes a Nueva York en tren procedentes de Chicago (norte), para regresar a Europa por barco.
“El viaje estuvo bien”, dijo un cansado Kevin afuera de la Estación Pensilvania a bordo del taxi que lo trasladó junto a sus padres René y Christina a un hotel en Brooklyn (sudeste de Nueva York), donde permanecerán hasta embarcarse con destino a Reino Unido.
Kevin Chenais, de 22 años, pesa alrededor de 230 kilos debido a un desequilibrio hormonal y había viajado a Estados Unidos desde Francia en 2012 para recibir un tratamiento médico de un año y medio en la Clínica Mayo en Chicago.
A fines de octubre tenía previsto regresar en avión a Europa, pero la compañía aérea no le permitió subir a su vuelo por considerar que era demasiado gordo.
La familia pasó más de una semana en un hotel en el aeropuerto de Chicago para tratar de resolver la situación y finalmente el lunes por la noche decidió tomar un tren a Nueva York, desde donde regresarán a bordo del buque Queen Mary 2 el próximo martes 19 de noviembre.
“Tenía la sensación de que algo iba a pasar con el vuelo. Son sobre todo mis padres los que están enojados”, afirmó a la prensa el joven, con visibles gestos de agotamiento después de pasar 21 horas en el tren.
Su padre René criticó a British Airways por pagarle “sólo 5 noches de hotel” en Chicago, donde pasaron finalmente 13 días, y aseguró que aún no recibieron el reembolso por el billete.
Según una portavoz de la aerolínea, la empresa trató de encontrar una solución y exploró todas las vías pero “fue imposible acomodar al pasajero con seguridad”, por lo que propuso a la familia “reembolsarle el billete íntegramente”.
“Por el momento es necesario que Kevin aguante”
Kevin Chenais necesita continuamente oxígeno y control médico, por lo que el periplo en barco Nueva York-Southampton del 19 al 26 de noviembre no será nada sencillo.
Kevin tiene muchos problemas de movilidad y se desplaza en silla de ruedas eléctrica. Al llegar a Nueva York, y con la asistencia del consulado francés, se montó un operativo con la policía y el personal de la compañía de trenes Amtrak para bajarlo del vagón y ayudarlo a salir de la estación.
Este martes, su padre indicó que dos o tres días después de la negativa final de British Airways su agente de viajes le comunicó que Air France o Swissair estaban dispuestos a que Kevin viajase, pero la familia ya no tenía más dinero.
“Pagamos 1.200 dólares en tren y después el barco 2.200 dólares. No podemos pagar más”, afirmó el hombre, agregando que estudiaba una posible denuncia judicial contra la compañía aérea.
“Por el momento es necesario que Kevin aguante. Vamos a intentar visitar un poco Nueva York, desconectarnos”, concluyó, señalando que en los próximo días recibirían la visita de un médico y que el personal del Queen Mary 2 se había mostrado muy amable y cooperativo.