Usar tacos altos estiliza las piernas y algunas mujeres incluso dicen que las hacen sentir más sexys y seguras. Sin embargo, hay un problema: pueden causar dolor y molestias en el pie.
En lugar de aguantarse como muchas lo hacen, la experta en podología, Catherine Moyer, entregó algunos consejos para usar este tipo de zapatos sin sufrir.
1. Asegúrate de usar el tamaño correcto de calzado
La especialista dice que es el principal error que cometen las mujeres, pues no tienen en consideración que el número de zapato puede cambiar, sobre todo después de tener hijos. Por ello, es necesario medirse el pie al menos una vez al año, considerando tanto el ancho como la longitud.
De acuerdo al sitio Masquecalzado.com, para el elegir el número correcto, debes “multiplicar la medida del pie en centímetros por 1,5. Por ejemplo, si tu pie mide 26 cms., tu talla sería una 39 (26 x 1,5 = 39). Dicho de otra manera, la diferencia entre talla y talla es de 6,66 mm”.
Como al caminar el pie se estira, es recomendable añadir 1 centímetro a nuestra medida.
2. Conoce tu tipo de pie
Un podólogo te lo puede decir, pero si no puedes asistir a uno, hay algunas maneras sencillas para saber si tienes pie plano o arco alto.
Humedece tu pie y márcalo en un pedazo de papel de construcción. Al observar la mancha, verás cuánto se aplana tu pie o qué tan alto es tu arco, de acuerdo a eso elige el zapato o compra plantillas que se acomoden a tu anatomía.
3. Mientras más grueso el taco, mejor
Evita los tacos delgados (aguja) porque hacen que el pie se tambalee. Si aún así deseas usarlos todos los días elige aquellos con el talón firme, pero en lo posible trata de utilizarlos sólo ocasionalmente, pues pueden provocarte dolor e incluso deformaciones en el pie.
4. Evita las suelas delgadas
Prefiere los zapatos que tienen algo de plataforma en lugar de las suelas delgadas, porque éstas generalmente causan más dolor en el pie. Además, prefiere las de goma porque absorben la presión.
5. Descansa tus pies y estíralos de vez en cuando
No los uses todo el día, tómate tiempo para sacarte los zapatos, y dejar tus pies descansar al menos un rato. Además procura estirarlos. Primero céntrate en la parte delantera y el tobillo apuntando los dedos hacia abajo. Luego puedes tirar tus dedos con una correa para luego mover el pie de un lado a otro.
6. Prueba un zapato con mayor cobertura a la parte superior
Mientras más cubierta está la parte superior del pie, es mejor. De hecho, generalmente las botas de taco alto no generan tantas molestias y se pueden usar todo el día.
En cambio, las sandalias que tienen sólo correas, son más molestas. Por ello, elige aquellas con las cintas más gruesas que cubran más el pie, sobretodo si eres propenso a las ampollas y heridas por la fricción.
7. Usa plantillas blandas
Las que poseen gel de silicona son las mejores porque ayudan a combatir el dolor y el pie se mantiene más firme en el zapato, sin deslizarse hacia adelante.