Al menos 14 personas murieron en una nueva serie de atentados en Irak, informaron este sábado fuentes militares y médicas.
El viernes por la noche los insurgentes hicieron estallar bombas destruyendo tres casas de policías y soldados en la localidad de Tarmiya, al norte de Bagdad, matando a cuatro de sus ocupantes.
El ataque de Tarmiya también dejó 15 heridos, informaron estas fuentes.
En Baiji, a 200 km al norte de la capital, las autoridades impusieron un toque de queda este sábado después de un atentado con bomba, que mató a un civil, y de un ataque a un puesto de control militar, que se cobró la vida de un soldado y de dos atacantes.
Una persona también perdió la vida y otras ocho resultaron heridas por la explosión de una bomba en un mercado de Nahrawan, al sur de la capital.
Otras dos personas murieron en atentados cerca de Baquba y de Bagdad.
Estas muertes elevan a casi 750 el número de personas fallecidas en lo que va de mes en actos violentos en el país.