La multiplicación de aplicaciones para teléfonos móviles dedicadas a la dermatología permite a cada vez más personas detectar y diagnosticar diversas enfermedades de la piel, pero médicos estadounidenses pidieron prudencia al respecto, indicó un estudio.
“Hay 229 aplicaciones dermatológicas y la mayoría son gratuitas”, precisó el doctor Robert Dellavalle, profesor de dermatología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado y principal autor de la investigación publicada en el Journal of the American Medical Association (JAMA).
“Pero los usuarios deben mantenerse prudentes ya que estos productos no están regulados y no hay garantía alguna de la exactitud médica de estas aplicaciones”, advirtió.
Los autores del estudio encontraron aplicaciones móviles para vigilar la psoriasis (enfermedad autoinmune de la piel de causa desconocida), entrar en contacto con enfermos y asociaciones de pacientes, diagnosticar el melanoma (un cáncer de piel agresivo), y hasta para dar consejos sobre el uso de protector solar.
Sin embargo, la calidad de estas aplicaciones de autovigilancia y diagnóstico varían mucho, según estos dermatólogos.
Algunas permiten a los afectados describir las lesiones, recibir notificaciones de dermatólogos sobre el grado de malignidad potencial de una lesión, efectuar un seguimiento después de un diagnóstico o recibir un tratamiento.
Otras aplicaciones móviles se centran en una sola enfermedad de la piel, como el acné, la psoriasis o el eczema.
Los pacientes y los médicos también pueden comunicarse mediante algunas aplicaciones, u obtener resultados de pruebas.
Una de estas aplicaciones ofrece la posibilidad a los usuarios de dispositivos móviles fotografiarse un lunar y hacer un seguimiento de su evolución para determinar si es canceroso.
La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) anunció el lunes que regulará un pequeño número de aplicaciones que actúan como instrumentos médicos.
Para Dellavalle, la proliferación de aplicaciones médicas en general, y dermatológicas en particular, ofrece la posibilidad de ampliar la atención en zonas rurales o en poblaciones con mínimo acceso a los servicios médicos.
“Creo que la mayoría de las aplicaciones son generalmente seguras en la actualidad, pero yo no me apoyaría solamente en ellas”, dijo.
“Yo verificaría con otras aplicaciones, otros expertos y un médico”, recomendó.