Luego que la justicia rusa iniciara una investigación por piratería organizada contra los activistas de Greenpeace que tripulaban el buque Artic Sunrise y detenidos en una plataforma petrolera cerca del Ártico, Amnistía Internacional rechazó los cargos contra los ambientalistas y sostuvo que no existe fundamentación legal para que las indagatorias prosigan dicha línea.
El director del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional, John Dalhuisen, descartó que los detenidos sean piratas.
En sus palabras, recogidas a través de un comunicado de la entidad, “los cargos de piratería son manifiestamente infundados en este caso, carecen de base en la ley y en la realidad, y es enormemente perjudicial hacer unas acusaciones tan graves de forma tan imprudente”.
Dalhuisen, además, exigió que la tripulación detenida, entre los que se encuentran dos argentinos, sean puestos en libertad bajo una fianza “razonable”.
Los 30 ambientalistas capturados intentaron ingresar a la plataforma petrolera, en protesta por las perforaciones que realiza la compañía estatal rusa Gazprom. El gobierno de ese país, en tanto, confirmó el martes que presentarían cargos por piratería contra los detenidos, pese a que hoy el primer ministro Vladimir Putin expresó que ellos violaron la ley pero no son piratas.