Adam Richman, un actor neoyorquino de 39 años, es para muchos una leyenda de la TV norteamericana. Y no es para menos, ya que durante años debió “luchar” contra duros enemigos: platos repletos de ajíes, hamburguesas extraordinariamente grandes y colosales copas de helados, las que debía ingerir sin chistar.
Precisamente, ese era su trabajo en el programa de la cadena Travel Channel “Man v. Food”, que recorría una serie de locales de comida estadounidenses que ofrecían comidas particulares en tamaño, sabores y/o picor.
Durante las 4 temporadas que duró el programa, entre diciembre de 2008 y abril de 2012 -cuando Richman anunció su salida-, el treinteañero se sometió a gigantes ingestas de calorías que combatía con un poco de ejercicio, sin conseguir mucho éxito.
No obstante, tras dejar el programa Adam recuperó la línea y bajó 60 libras (cerca de 27 kilos) disminuyendo el consumo de productos hechos en base a harina blanca y los lácteos, además de una rutina de gimnasio.
“Las personas esperan que ordene las comidas más grandes, los platos más ricos, pero es lindo decir que no (…) No soy una ‘aspiradora humana’”, comentó a la revista People ante su cambio alimenticio, según lo consignado por The Huffington Post.
Richman, quien en 2012 sugirió que una de las razones por las que dejaba el programa era su salud, confesó a People que su apariencia en algunos episodios lo alarmó: “Fue poco favorecedor. Me mandó a una depresión”.
Pese a que “Man v. Food” terminó hace más de un año, el actor continúa con otros proyectos televisivos ligados al mundo de la comida: anima el programa ‘Amazing Eats’, que recorre las mejores cocinas de EEUU, y ‘Adam Richman’s Best Sandwich in America’, en el que muestra los mejores sándwiches a lo largo del país norteamericano.