¿Quién no ha sentido atracción por otras personas pese a estar en pareja o ha encontrado dificultades para elegir a una sola de las que le gustaban? Pese a lo que muchos puedan pensar, esto es algo muy frecuente y se le denomina “poliamor”.
Gabriel García Márquez dijo alguna vez: “En el amor es posible ser infiel, pero nunca desleal”, esto da cuenta del pensamiento poliamoroso que toma el amor de una forma libre pero respetuosa.
En el amor y las relaciones, al parecer, no hay límites. Para algunos el ser monógamo es una condición poco natural y muy estricta. Y, para no serlo, la opción que encontraron, sin ser infieles, es el poliamor: una manera de amar muy famosa en Estados Unidos durante los años 60, explica el sitio Muy Interesante.
Pero ¿Qué es el “poliamor”? Se le denomina de esta forma a un nuevo tipo de relación entre más de dos personas, la cual se basa más en el aspecto sentimental que en el sexual, donde sus integrantes tienen la oportunidad de ampliar y compartir sus emociones con otras personas.
María Pérez Conchillo, directora del Instituto de Psicología y Sexología Espill y presidenta de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual (AESyMeS), señala que en el “poliamor” sus partidarios consideran que este sentimiento no tiene que estar restringido porque si quieres a alguien deseas lo mejor para esa persona, y eso incluye permitirle ampliar su vida amorosa y sentimental, consignó el sitio español El Mundo.
Este tipo de relaciones puede darse entre mujeres, hombres o transexuales con cualquier tipo de preferencia sexual. La única condición es el amor entre ellos, así como la aceptación de la relación por parte de todos.
Conchillo agrega que “Todo esto es aceptado por la pareja, no hay engaño. Hay unos contratos muy claros de integrar a la otra persona y compartir, y de hacerlo con consentimiento y sinceridad”. Esto no ocurre en el intercambio de parejas o en el sexo abierto, en los que en algún caso uno de sus miembros da el paso a estas prácticas por el otro.
¿Es amor?
Los terapeutas lo dudan porque este tipo de relaciones libres se experimentan cuando se viven crisis personales e inmadurez afectiva y sobre todo, porque una relación de pareja se vive de a dos, en respeto, exclusividad, fidelidad y en conciencia.
Si bien para algunos este tipo de relación se refiere a algo más sexual que al amor propiamente tal, varios autores hacen una clara diferencia entre amor y enamoramiento: “El amor es más profundo que el enamoramiento, pero también menos trepidante”, explica Pilar Varela, profesora de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y autora de “Público amor puro y duro”.
La experta, según consigna La Vanguardia, indica que “Se puede querer a dos personas a la vez, pero no se puede estar enamorado de dos personas a la vez. El enamoramiento, esa fuerza arrebatadora que modifica el orden vital, es absolutamente exclusivo, solo cabe estar enamorado de uno”.
Para Paloma Carrasco, psicóloga del Hospital Quirón de Sevilla, lo señalado por Varela tiene mucho sentido, ya que coincide en que se puede sentir atracción por varias personas a la vez, pero no se debe confundir con el amor. “Generalmente, detrás de una situación amorosa de este tipo (que en la mayoría de los casos se experimentará como crisis personal y provocará sufrimiento) se esconderá una importante inmadurez afectiva”.
A lo anterior agregó que “un amor ‘completo y sano’ pide por sí mismo exclusividad y fidelidad porque el amor no es matemático, no se puede dividir en partes iguales; antes o después tendrá la necesidad de elegir, decantándose por la persona que más la valore y enriquezca”, detalla La Vanguardia.