Más de 3.400 presos fueron trasladados desde la cárcel de Maracaibo (noroeste) a otros penales venezolanos, luego de la reyerta del pasado lunes que dejó 16 muertos, dijo este sábado la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, al informar también del hallazgo de drogas y armas.
“Los traslados que se han contabilizado de privados de libertad registran una cifra de 3.424″, informó Varela en una rueda de prensa a las afueras del penal del estado Zulia, conocido comúnmente como Sabaneta, y precisó que se rescataron a 596 familiares, de los que 191 eran niños, que se encontraban de visita cuando tuvo lugar la reyerta.
En la Cárcel Nacional de Maracaibo, 16 presos fallecieron y tres resultaron heridos el pasado lunes luego de una trifulca entre reclusos por el control del penal que originó la intervención gubernamental para su desalojo.
Según la ministra, los reclusos fueron trasladados -algunos por vía aérea- a diez penales del sur y occidente del país, en su mayoría a Uribana, en el estado Lara (noroeste), donde fueron recluidos más de mil presos, entre hombres y mujeres.
Desde Sabaneta, Varela lamentó que durante la revisión militar de los enseres de familiares se hallaran kilos de cocaína y marihuana, así como armas.
“En muchos enseres de los familiares (…) encontramos armas y droga. En pura droga había casi 10 kilos entre cocaína y marihuana, eso sin entrar a hacer la requisa interna”, precisó Varela. “Lo que hay adentro es peor todavía”, agregó.
“Las mafias la metieron”, dijo. “Hay funcionarios mafiosos que están siendo investigados, hay gente que es corrupta, que comercia con las armas, drogas y municiones, que se alían con las organizaciones criminales”, reconoció la ministra.
Desde 2011, el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez implementó un plan de humanización penitenciaria para mejorar las condiciones de vida en las prisiones, lograr el desarme de los reos y agilizar sus procesos judiciales, todas políticas continuadas por su sucesor Nicolás Maduro.
Sin embargo, las prisiones de Venezuela son escenario de violencia y en muchos casos están controladas por bandas de reclusos fuertemente armados, que constantemente generan enfrentamientos internos.
Según cifras del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), 591 presos fallecieron en las 34 cárceles del país en 2012 y otros 1.132 resultaron heridos, frente a los 560 muertos y 1.457 heridos registrados en 2011.
Las cárceles venezolanas sufren además problemas de insalubridad y hacinamiento. El gobierno ha informado que hay casi 50.000 reclusos en una infraestructura con capacidad para 14.000.
El pasado 25 de enero, 58 presos resultaron muertos luego de un motín en la cárcel venezolana de Uribana. Tras el incidente, el recinto, igual que ocurrió en Maracaibo, fue desalojado y los reclusos fueron trasladados a otros penales del país.
Tras el desalojo, la cárcel de Maracaibo, precisó Varela, será convertida en una escuela de régimen penitenciario y un nuevo recinto será construido para albergar a los penados del estado.