Una adolescente se suicidó en Florida tras haber sido fuertemente acosada por internet durante más de un año por otras compañeras, informaron las autoridades estadounidenses este sábado.
Rebecca Ann Sedwick, de 12 años y originaria de la ciudad de Lakeland en el centro de Florida, se mató de camino al colegio, al saltar de una plataforma en una fábrica de cemento abandonada situada cerca de su casa el lunes, informó la oficina del sheriff del condado de Polk.
Su muerte es la última en el aparente creciente fenómeno de jóvenes que deciden quitarse la vida tras sufrir crueles tratamientos en internet a través de mensajes o aplicaciones de fotos.
Más de una decena de chicas han sido identificadas como posiblemente involucradas en el acoso a Sedwick, informó el sheriff del condado de Polk, Grady Judd, en rueda de prensa y se ha abierto una investigación policial.
Las autoridades estiman que el acoso duró más de un año. La chica fue “absolutamente aterrorizada en las redes sociales”, afirmó Judd.
El acoso al parecer se inició por una pelea en relación a un chico con el que Sedwick había salido algún tiempo, informó el diario The New York Times.
Según la madre de la adolescente, Tricia Norman, su hija recibía mensajes de texto que contenían cosas como “Eres fea”, “¿Por qué estás viva todavía?” y “Ve y mátate”.
La madre fue alertada hace varios meses por las heridas que detectó en las muñecas de su hija y reaccionó hospitalizándola, confiscando su teléfono móvil, cerrando la página de Facebook de su hija, sacándola del colegio y metiéndola en otro.
Las cosas y el ánimo de Rebecca daban la impresión de mejorar y su madre explicó que “no tenía ninguna razón para pensar que algo iba mal”. Su hija cambió de número de teléfono, parecía de nuevo distendida, cantaba en un coro e iba a recomenzar baile como parte de un grupo de animadoras.
Pero secretamente se registró en aplicaciones de teléfono móvil como Kik Messenger y el acoso comenzó de nuevo, afirmó The Times.
“Quizá pensaba que podía manejar todo eso ella sola”, declaró la madre, llamando a otros padres a permanecer vigilantes cuando sus hijos “parecen ir bien”.
En Kik Messenger, Sedwick dejó dos mensajes para amigas y cambio su nombre de usuario al de “la chica muerta”, informó el diario.