Acabar con una relación de pareja es complicado, porque el sentimiento que se experimenta es muy parecido al de una muerte de un ser querido y el proceso que se vive tras la “pérdida” también es similar.
La psicológa clínica Jennifer Kromberg, tomó las fases del duelo descritas por la doctora Elizabeth Kubler-Ross, autora del libro “Death and Dying” (1969) y las aplicó a lo que se vive tras un quiebre sentimental.
Revisa a continuación las etapas recogidas en el artículo que la profesional expuso en Psychology Today. ¿Te encuentras en alguna?
1. Negación
Kromberg dice que en esta fase el corazón, en lugar de la cabeza, gobierna nuestro sistema de creencias al tratar de adaptarse a la idea de vivir sin la persona. “A pesar de que sabemos que la relación ha terminado, realmente no lo creemos”, afirma.
Pese a que todo indique lo contrario, no podemos dejar de fantasear con que las cosas de alguna manera se resolverán y vemos atisbos de esperanza ocultos en las señales claras de que todo se acabó. Además, estamos más susceptibles a enviar mensajes de texto por la noche, dice la experta.
2. Ira
El enojo puede manifestarse de muchas maneras diferentes. Por ejemplo, ira hacia el ex (‘¿Cómo pudo hacerme esto a mí?’ ‘¿Por qué no puede dejar de ser tan egoísta?’”), ira contra Dios o el universo (“¿Por qué me pasa esto a mi? ¿Tengo una maldición?”), ira hacia personas o situaciones asociadas a la ruptura (contra otra mujer, la pérdida de su trabajo, los cambios), e ira contra personas que no están de acuerdo contigo (“¿Puedes creer que ellos todavía quieren ser amigos de él después de lo que me hizo?”), comenta Jennifer.
La experta dice que ésta es la fase en la que creemos que es una buena idea decirle a todo el mundo lo imbécil o mala persona que era nuestro ex. También creemos que es importante enviar mensajes de correo electrónico haciéndole reproches, para que “no se salga con la suya”.
3. Negociación
“La negociación regularmente va de la mano con la negación”, indica. En esta etapa se puede buscar alguna posible manera de hacer que la relación funcione por medio de negociaciones, chantajes o incluso “magia”. Por ejemplo, decirle al ex que cambiarás o que irás a terapia para subsanar el problema de carácter que tenías, o decirle que está haciendo daño a los niños o a su familia, alejándose.
Pero no todos negocian directamente con el ex, otros apelan a poderes fácticos, prometiéndose a si mismos que serán mejores personas si vuelven con el ex, hacen mandas u otros acuerdos similares. Durante esta etapa, es común que las personas se interesen en la astrología o las cartas del tarot. También se recurre a amigos y familiares para que lo hagan “entrar en razón”.
4. Depresión
Durante esta etapa es normal sentirse cansado, querer desconectarse de la gente, estar solo, llorar y pensar mucho, tener problemas para dormir o dormir demasiado, perder el apetito o comer en exceso, aumentar el consumo de drogas o alcohol, y experimentar sentimientos de desesperanza.
Esta última sensación es la más penetrante y debilitante, dice la experta, porque nos lleva a pensar que nada volverá a ser igual, que nunca seremos felices, que no saldremos adelante y nada estará bien en el futuro.
5. Aceptación
Jennifer dice que en la última fase, somos capaces de “hacer las paces con la pérdida”.
“No siempre viene de repente, sino que generalmente ocurre de manera gradual, poco a poco, intercalada con alguna de las otras fases. La aceptación no siempre implica armonía”, explica, añadiendo que tiene que ver con dejar ir de la relación y salir adelante lentamente.
“A veces se siente como si esta fase nunca vendrá” señala la experta, indicando que si eso ocurre es porque estás luchando aún con alguna etapa anterior.
Kromberg asegura que no podemos acelerar las fases del duelo y que por lo general, es un proceso que requiere tiempo. Sin embargo, es necesario ser consciente de que llegará un momento en que todo pasará.