40 años después de la publicación del libro “My Secret Garden” (Mi jardín secreto) de Nancy Friday, el cual exploraba las fantasías eróticas femeninas en la década de 1970, la británica Emily Dubberley publicó una actualización llamada “Garden of Desires” (Jardín de deseos) que indagó en el mismo tema.
Según publica el diario inglés The Telegraph, busca una mirada renovada en este tema, incorporando datos sobre la investigación de los orígenes de las fantasías, así como extensas entrevistas con mujeres, que dejan al descubierto la profundidad y amplitud de la imaginación sexual de éstas.
Pero, ¿cuáles son las principales fantasías femeninas? Según las conclusiones de Dubberley, existen cinco áreas principales en las que se concentran las fantasías de las mujeres. Éstas se dividen en las fantasías de sumisión, las dominantes, el exhibicionismo y voyeurismo, el sexo de grupo, y las fantasías de pareja.
1. Fantasías sumisas: Estas cubren una amplia gama. Van desde simplemente ceder a un hombre dominante, hasta violaciones o contratos formalizados como en “50 sombras de Grey”, donde una mujer accede a recibir órdenes e incluso experimentar placer a través del dolor físico. Pero como se trata de lo netamente sexual, no quiere decir que una mujer que disfruta de ceder el control en la intimidad, está dispuesta a aceptar la misma situación en la vida real.
2. Fantasías dominantes: Son aquellas en los que la persona fantasea con tener el control de un esclavo erótico que satisface sus necesidades sexuales. No necesariamente incluye dolor o maltrato físico. Esta fantasía puede encarnarse en el rol de una dominatrix, o simplemente centrarse en que la mujer es la principal receptora del placer.
3. Exhibicionismo y voyeurismo: Trata sobre ver y ser visto mientras se tiene relaciones sexuales. El libro señala que muchas mujeres fantasean con un encuentro sexual en medio de un club nocturno lleno de gente, ver que otros tienen relaciones sexuales desde un lugar oculto, o participar en actos sexuales mientras los vecinos observan.
4. Fantasías sexuales de grupo: esta fantasía puede incluir las anteriores. Para algunos tiene que ver con la idea de ser “muy estimulado” -al experimentar placer en distintas partes del cuerpo al mismo tiempo-, mientras para otras se relaciona con la posibilidad de tener relaciones sexuales con un hombre y una mujer, a la vez. También puede aludir a observar como otros tienen sexo en el mismo lugar o simplemente la naturaleza totalmente anónima de algunos actos de sexo en grupo.
Con respecto a esto último, Brooke Magnanti, columnista de The Telegraph, señala que “las personas frecuentemente creen que las mujeres deben tener una conexión emocional para entusiasmarse, pero en situaciones de sexo grupal a menudo ése no suele ser el caso”.
5. Fantasías en pareja: Esta se relaciona con tener sexo con una pareja en particular, que puede ser la persona con la que están saliendo, un amigo, un colega, un famoso o un desconocido.
Dubberley señala en su libro que “nuestras fantasías reflejan lo que somos, ofrecen una manera altamente individualizada para mejorar nuestro propio placer, ya que al aceptar nuestras fantasías nos aceptamos a nosotros mismos, y en la aceptación de las fantasías de otras mujeres, las apoyamos en su individualidad”.