El Gobierno aseguró que el Servicio Agrícola y Ganadero está tomando muestras de las partidas de pollo para autorizar su exportación y venta en el mercado interno. Pese a la aclaración, consumidores evidenciaron su preocupación por el posible contagio de carne de pollo con dioxinas, tal como quedó al descubierto luego que Estados Unidos decidiera retirar el producto del mercado.
Hace un mes que la autoridad sanitaria detectó dioxina en pollos faenados en las plantas de la empresa Agrosuper. Primero en instalaciones ubicadas en la Región de O’Higgins y luego en un sector productivo de la Región del Bío Bío.
Esta vez, las aves contaminadas son de exportación. El Departamento de Agricultura y Salud Alimentaria de Estados Unidos incautó 70 mil kilos de pollos contaminados con el mismo elemento químico, provenientes de una planta emplazada en la zona.
Luis Mayol, ministro de Agricultura, señaló que esta retención no afectará las exportaciones, ya que se acordó con la entidad reguladora norteamericana que cada partida enviada será previamente analizada.
Esto se hará extensivo a la carne de pollo destinada al consumo interno, según agregó la autoridad.
Palabras a las que se sumó el subsecretario de Salud Pública, Jorge Díaz, quien subrayó que hay dos sumarios en curso por contagios registrados en el Bío Bío.
Sin embargo, la respuesta del Ejecutivo no dejó del todo conforme a Stefan Larenas, presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile, Odecu.
Las dioxinas constituyen un grupo de compuestos químicos que se encuentran en el ambiente y, con mayor facilidad, en la cadena alimentaria.
Óscar Arteaga, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, detalló que los riesgos que tiene esta toxina en seres humanos van desde problemas a nivel reproductivo y de desarrollo, hasta cáncer.