Estados Unidos afirmó este lunes que se utilizaron armas químicas en Siria, en un ataque de imperdonable “obscenidad moral” contra civiles, y advirtió que el presidente Barack Obama reclamará que se “rindan cuentas”.
“Se utilizaron armas químicas en Siria”, dijo el secretario de Estado, John Kerry, en una declaración televisada, quien estimó que “lo que vimos en Siria la semana pasada debería golpear la consciencia del mundo”.
Lo anterior, luego de que este lunes inspectores de las Naciones Unidas recogieran “valiosas” pruebas en la zona donde se perpetró la semana pasada un presunto ataque con armas químicas, después de que su convoy fuera atacado por francotiradores, según informó una fuente oficial.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló que a pesar de las “circunstancias muy peligrosas”, los expertos “pudieron visitar dos hospitales, entrevistaron a testigos, supervivientes y médicos y también recoger pruebas”.
Por otro lado, utilizando una dura retórica, el secretario de Estado, John Kerry, afirmó en una declaración televisada que Washington estaba examinando pruebas del ataque, pero no dejó dudas de que el régimen de Bashar al-Asad sería responsabilizado.
“Se utilizaron armas químicas en Siria” dijo Kerry; “lo que vimos en Siria la semana pasada debería golpear la consciencia del mundo. Desafía cualquier código moral”, agregó.
“Permítaseme ser claro. La matanza indiscriminada de civiles, el asesinato de mujeres y niños y transeúntes con armas químicas es una obscenidad moral”, afirmó.
“Es inexcusable bajo cualquier principio, y pese a las excusas y equivocaciones que algunos han fabricado, es innegable”, agregó.
El gobierno de Asad ha negado haber realizado el ataque con armas químicas denunciado la semana pasada contra una comunidad civil cerca de Damasco, que según trascendidos dejó centenares de muertos.
Las pruebas
Tras la investigación, Ban Ki-moon anunció que la ONU emitió una “firme protesta” ante las autoridades sirias y la oposición por los disparos contra el convoy de inspectores de armas químicas, de acuerdo con un mensaje difundido por la televisión de la organización internacional desde Seúl, donde se encuentra de viaje.
El convoy fue atacado por francotiradores no identificados cuando intentaba llegar a Ghuta, al este de la capital, lo que obligó a suspender momentáneamente las actividades programadas.
Haq explicó que “el vehículo que iba a la cabeza (del convoy) fue blanco de disparos que alcanzaron los neumáticos y una ventana de delante”.
El régimen de Bashar al Asad y la oposición se acusan mutuamente de la responsabilidad de los disparos.
Médicos Sin Fronteras (MSF) informó que cerca de “3.600 pacientes con síntomas neurotóxicos” llegaron el 21 de agosto a tres hospitales de la provincia de Damasco, de los cuales 355 perecieron.
En base a informes médicos, el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) contabilizó por su parte más de 300 muertos por gas tóxico, entre ellos decenas de rebeldes.
La misión de las Naciones Unidas había llegado a Damasco el 18 de agosto para investigar denuncias de otros presuntos ataques durante el conflicto, que ha dejado más de 100.000 muertos desde que comenzó en marzo de 2011.