Una mujer de 70 años falleció luego de ser atropellada. Esto porque tras el accidente y aún convaleciente, fue trasladada entre los hospitales de Cañete, Curanilahue y Concepción seis veces. La familia denuncia absoluta negligencia por parte de los recintos asistenciales que la derivaron constantemente.
Eran las 18:30 horas y Edith Alarcón Beltrán caminaba por la calle Uribe en el centro de Cañete, cuando repentinamente fue impactada por un automóvil, quedando gravemente lesionada y siendo trasladada hasta el hospital de Cañete, dónde producto de la ausencia de un escáner, fue trasladada a Curanilahue.
En dicho recinto asistencial le tomaron las radiografías correspondientes y fue derivada de urgencia hasta el Hospital Regional de Concepción.
En la capital penquista le fue diagnosticada una fractura craneana y grave hemorragia cerebral, además de las heridas que tenía en todo su cuerpo.
No obstante, debían hacer otro exámen en 24 horas para estudiar la evolución de la mujer, pero no habían camas para que pasara la noche. Por esta razón, tuvo que volver a Curanilahue, donde tampoco tenían espacio disponible.
Con los casi 200 kilómetros que ya había recorrido, debió seguir viajando para volver hasta Cañete a las cuatro de la madrugada, donde permaneció por cerca de nueve horas, hasta que debió retornar al Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción.
Pese a los positivos pronósticos, la mujer falleció una hora después en los pasillos de la sala de espera.
Actualmente, sus hijos han escrito al presidente de la República y están haciendo lo posible porque la ciudadanía se entere de esto, de modo que no vuelva a pasar.