Bajo un cielo azul límpido, decenas de miles de manifestantes, la mayoría negros norteamericanos, se reunían este sábado en el corazón de Washington para conmemorar los 50 años del histórico discurso de Martin Luther King “I have a Dream” (‘Tengo un sueño’) sobre los derechos civiles.
Una muchedumbre con pancartas se congregó alrededor del “Reflecting Pool”, el estrecho y largo estanque frente a la estatua del expresidente Abraham Lincoln, precisamente allí donde el 28 de agosto de 1963 el pastor Martin Luther King pronunció su famosa alocución contra la segregación, que marcaría profundamente a la sociedad estadounidense.
“El trabajo no ha concluido, el viaje no ha terminado”, aseguró en una emocionada interención el hijo de Luther King, Martin Luther King III, a propósito de la lucha en defensa de los derechos civiles de los afroestadounidenses emprendida por su ilustre padre.
“¡Cuando la gente de color tiene éxito, Estados Unidos tiene éxito!”, declaró la jefa de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en medio de los aplausos de un público también integrado por blancos, hispanos y asiáticos.
Para los líderes demócratas, los escritos de Martin Luther King, asesinado en abril de 1968 en Memphis (Tennessee, sur) por un blanco, deben “seguir inspirándonos”.
El representante John Lewis, un negro estadounidense, contó en el escenario: “Fui detenido 40 veces en los años 1960. Fui golpeado, (quedé) ensangrentado e inconsciente, pero nunca me cansé, no estoy dispuesto a renunciar y abandonar (la lucha). Estoy dispuesto a luchar, a seguir luchando, y ustedes deben luchar. “¡Hay que mantener la fe!”, agregó.