El soldado estadounidense Bradley Manning, responsable de haber provisto de miles de documentos confidenciales al sitio WikiLeaks, fue condenado este miércoles a 35 años de prisión militar, poniendo fin a un sonado caso de espionaje que sacudió a Washington.
“Usted es sentenciado a 35 años y se le ordena la baja deshonrosa”, afirmó la jueza, coronel Denise Lind. El joven militar ya había reconocido la entrega de 700.000 documentos confidenciales al sitio de internet WikiLeaks.
Manning, de 25 años, aparecía pálido, a la espera del veredicto, comunicado por Lind en una declaración de menos de dos minutos.
Un video de la sala de la corte en la base militar de Fort Meade, cerca de Washington, fue cortado inmediatamente después que la jueza emitió el veredicto.
El joven militar, de 25 años, reconoció haber entregado 700.000 documentos confidenciales al sitio de internet WikiLeaks, haciendo público lo que consideró eran abusos del gobierno estadounidense en los conflictos de Irak y Afganistán.
La sentencia es considerada especialmente importante, dado que otro filtrador -el ex contratista de inteligencia Edward Snowden, actualmente asilado en Rusia, es requerido por Estados Unidos bajo cargos de espionaje, luego de que expusiera detalles de programas secretos de registro electrónico de comunicaciones telefónicas y por internet realizadas por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).
A principios de la semana, el fiscal militar Joe Morrow pidió a la jueza que enviara un mensaje ejemplar “a cualquier otro soldado que contemple robar información clasificada”, al solicitar una condena de un mínimo de 60 años de cárcel y una multa de 100.000 dólares por considerar una “traición” los hechos de Manning.
De su lado, el abogado de Manning, David Coombs, pidió a Lind se castigue a su cliente, pero con una pena que le diera la “posibilidad de vivir” y permita la reinserción en la sociedad de un acusado “joven”, “humanista”, “muy inteligente”, “ingenuo, ciertamente pero bien intencionado”.
Manning se había declarado culpable de una decena de cargos, que le suponían una condena de 20 años de prisión, pero la jueza lo halló culpable de hechos de espionaje y fraude.
Durante la audiencia del martes, la jueza había precisado que se le reducirá la pena en 1.293 días, cerca de los tres años y medio que lleva preso tras su detención en mayo de 2010, de los cuales nueve meses totalmente aislado.
Daño a Estados Unidos
La semana pasada el soldado ofreció sus disculpas y lamentó que sus “acciones hayan hecho daño a personas y hayan hecho daño a Estados Unidos”, luego de haber sido condenado en julio de los cargos de espionaje y fraude.
No obstante, Manning fue absuelto de la acusación más grave, la de ayudar al enemigo al divulgar documentación que ayudaría a la red Al Qaida, lo que por sí sola implicaba una condena a cadena perpetua.
Durante las audiencias, la defensa destacó los problemas de identidad sexual del joven, y su difícil infancia con padres alcohólicos.
El ex analista de inteligencia obtuvo los documentos cuando se encontraba desplegado en Irak, y divulgó al portal de Julian Assange unos 250.000 cables diplomáticos y 500.000 informes militares clasificados.
Los documentos provenían de comunicaciones embajadas y consulados estadounidenses entre 1966 a 2010, mientras que los archivos militares eran informes confidenciales del Pentágono que revelaban abusos, torturas y asesinatos.
El soldado fue declarado culpable, entre otros delitos, de desobediencia al reglamento militar, fraude informático al utilizar un programa no autorizado por el sistema del ejército, desvío de los mecanismos de seguridad informática y almacenamiento ilícito de informaciones clasificadas.
Manning se ha convertido en un héroe para sus seguidores, que lo ven como un informante que sacó a la luz los vericuetos de la política exterior estadounidense.
Pero el gobierno estadounidense lo mostró como un traidor que puso en peligro a sus colegas militares y a Estados Unidos al filtrar los documentos a WikiLeaks.